Es un clásico. Días antes de que se ponga delante de millones de espectadores para que juzguen, de manera minuciosa, el vestido elegido para la ocasión, Cristina Pedroche se toma unos días de descanso junto a su marido. Dar las Campanadas, con la presión añadida de que a una la van a someter a un examen que acabará en crítica encarnizada, bien se merece un viaje romántico.
¿Y qué hay más romántico que París? Pocos destinos, desdeluego. La vallecana y Dabiz Muñoz han aprovechado este puente de la Constitución para alejarse de Madrid (si alguien ha intentado hacer unas compras por el centro y no ha perdido ninguna extremidad, le damos la enhorabuena) y de todas las especulaciones sobre cómo nos sorprenderá el 31 de diciembre con una escapada a la capital francesa.
Han sido sus redes sociales las que noslo han revelado, porque así lo ha querido la presentadora. «Disfrutando como una niña pequeña de París«, aseguraba de manera rotunda al lado de una foto muy navideña. Poco después, lo que enseñaba era una instantánea de la mismísima Torre Eiffel.
El viaje llegaba poco después de que Cristina viera cumplido uno de sus grandes sueños: presentar su propia figura de cera, ya instalada en Madrid. Allí mostraba preocupación por los contratiempos que se estaban produciendo en la confección de su vestido. Que no tema: se hablará de ella igual. Esperemos que, en esta ocasión, con la madurez que nos da a todos haber visto pasar por delante de nuestras narices un año más.
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