La princesa Mako se casa con un plebeyo

Aunque en casi todas las monarquías soplan aires de modernidad para adaptarse a los cambios sociales y procurarse su continuidad, la monarquía japonesa sigue dando muestras de sus rígidas normas y sus escasas ganas de cambio. Tras años de polémicas, la princesa Mako, sobrina del actual emperador, Naruhito, ha anunciado su matrimonio con el abogado plebeyo Kei Komuro, inscribiendo el matrimonio en el registro civil y compareciendo ante la prensa.

Un matrimonio que supone la salida de la princesa Mako de la familia real nipona. Los novios no han contado con una gran celebración ni han podido reunir a sus familias para festejar un día que formara parte del álbum familiar. Lejos de lucir un delicado kimono de seda y recorrer juntos la calles de Tokio, la comparecencia de los recién casados ha sido mucho más fría: ella con un vestido azul celeste por debajo de la rodilla, collar de perlas y el pelo recogido en un moño, y él con un traje de raya diplomática.

Una imagen para la historia que oficializa una relación marcada por la polémica y reprobada por amplios sectores debido a un escándalo financiero que salpicó a la madre del novio. En la comparecencia, la novia, que sufre estrés postraumático debido a la polémica que ha generado su relación, ha pedido disculpas por los inconvenientes causados y ha asegurado que el matrimonio era una decisión necesaria para ellos.

La princesa Mako y Kei Komuro se conocieron en la Universidad de Tokio y allí surgió el amor. Una historia que continuará lejos de Japón, en Nueva York, donde tienen pensado establecerse. Ella ya no será la princesa Mako sino Mako Komuro. Esta mañana, abandonaba la residencia oficial de sus padres, donde no ha podido evitar saltarse el protocolo y despedirse de su hermana Kako con un cálido abrazo.

No son pocas las voces que ven en la historia de Mako una repetición del daño que ha sufrido la emperatriz Masako por parte de la opinión pública. Su imposibilidad para concebir un hijo varón, tal como la exigía el trono del Crisantemo, le ocasionaron graves problemas de salud mental de los que no se ha recuperado.




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