El 9 de abril de 1990 nacía en Los Ángeles Kristen Stewart. Lo que aún no sabía nadie, ni siquiera esa madre que la trajo al mundo, es que estábamos ante el nacimiento de la que sería una estrella en el ‘star system’ de Hollywood. Aunque, para eso, habría que esperar unos años…
Podríamos datar ese principio de la explosión estelar el 16 de noviembre de 2007. Aquel día, la productora responsable de poner en marcha la saga ‘Crepúsculo’, seguramente sin saber el fenómeno global en el que iba a convertirse, anunciaba que Kristen era la elegida para interpretar el papel protagonista de Bella Swan. A su lado, un también poco conocido hasta el momento Robert Pattinson, que se metería en la piel de Edward Cullen. Un año después, la cinta llegaba a los cines, y con ella, la fama imparable.
Ayer, Stewart celebró un cumpleaños tan redondo como lo es alcanzar los 30. Desde que la conocimos, se ha convertido en una de las actrices más atípicas, polémicas y reivindicativas que se conocen en la historia de la meca del cine. Empezando por aquella sonada infidelidad con el bueno de Pattinson como víctima que consiguió perdonar… pero jamás olvidar esa traición.
Efectivamente, era julio de 2012 cuando daba la cara y confirmaba lo que, desde hacía semanas, era un rumor cada vez más insistente a lo largo y ancho del planeta. Stewart había tenido un desliz con el director Rupert Sanders, a cuyas órdenes se había puesto en ‘Blancanieves y la leyenda del cazador’. A él, le costó el matrimonio. A ella, Robert le dio una segunda oportunidad, pero ya nunca volvió a ser lo mismo.
Amores en femenino
Y su romance terminó, a pesar de que intentaron recomponer los pedazos en los que había saltado esa historia por culpa de ella. Tanto cambiaron las cosas, que ella decidió rehacer su vida sentimental con una mujer. Varias fotos con la productora Alicia Cargile eran la muestra evidente, a pesar de que ellas quisieron guardar la relación en su esfera íntima. Años más tarde, también tuvo un ‘affaire’ con el ángel de Victoria’s Secret Stella Maxwell. Y, finalmente, se sentó un día en el plató de ‘Saturday NIght Live‘ y habló de su orientación sexual.
Era 2017, se ponía al frente del programa para presentarlo y, tras advertir que estaba muy nerviosa, se dirigía al presidente Trump (de quien son sobradamente conocidos sus pensamientos e ideología): «Aquí está la prueba de cómo lo sé: hace cuatro años estuve saliendo con un chico llamado Rob. Robert y yo rompimos y luego volvimos, y por algún motivo eso hizo que Donald Trump se volviese loco. Para ser honesta, no creo que Trump me odie, simplemente creo que estaba enamorado de mi novio». Tras lanzar ese ataque, confesaba su bisexualidad: «Sí, es una locura, ¿verdad? El presidente no es precisamente un gran fan mío, pero eso está muy bien; y Donald, si no te gustaba entonces probablemente no te guste ahora, porque estoy presentando ‘Saturday Night Live’ y soy muy gay, tío«.
La irreverente Stewart se atrevía a hablarle así al mismísimo presidente de Estados Unidos. Era la respuesta a unas declaraciones realizadas por este, en ese 2012 marcado por la infidelidad, en el que Trump había sido muy contundente con ella: «Robert Pattinson no debería volver con Kristen Stewart, ella lo engañó como a un perro y lo volverá a hacer. Es cuestión de tiempo. En un par de años, él me lo agradecerá. Sé inteligente, Robert».
Rompiendo moldes
Ese atrevimiento de Stewart la ha convertido en una de las estrellas de Hollywood más atípicas, llegada a ser considerada como ‘anti’ por ciertos comportamientos. Sí, posa con encanto en las alfombras rojas y los estrenos. Y tiene deslices que dan la vuelta al mundo, como aquel problemilla con su Chanel en los Hollywood Film Awards de 2014, como el resto de actrices, pero, ¿cuántas han alzado la voz para defender el consumo de marihuana?
Bien es cierto que aquellas imágenes fumando, junto al que por entonces era su novio, datan de antes de esta explosión de su fama. Pero no tuvo reparos en defender que, utilizar la marihuana de vez en cuando para evadirse, no era para escandalizarse. Y mucho menos, para que se la tachara de delincuente, como ha tenido que soportar…
Stewart, feminista confesa y consagrada con ese gesto en la alfombra roja del Festival de Cannes en 2018 (se quitó los tacones, elemento obligatorio en el ‘dress code’ de la organización, e hizo el paseíllo con ellos de la mano), no ha tenido pudor en mostrar su cuerpo al desnudo. Pero no solo en las redes sociales, como está tan de moda de un tiempo a esta parte. En 2015 se puso delante del objetivo de Mario Testino para enseñar que el cuerpo femenino es mucho más que un elemento de deseo o algo de lo que debamos avergonzarnos.
Todo esto le ha dado tiempo a ofrecernos en tan solo 30 años de vida. ¿Os imagináis de lo que puede ser capaz en lo que le queda por recorrer por delante? Nosotras no, porque si algo nos ha enseñado Stewart, es que es impredecible. Una diva diferente.
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