En mayo de 1982, una embarazada princesa Diana paseaba por los campos de polo mientras su marido, el príncipe Carlos, jugaba a su deporte favorito. La princesa del pueblo eligió un conjunto cómodo que le permitiese estar de pie durante toda la jornada de deportiva, mientras llevaba en su vientre el peso del príncipe Guillermo. El estilismo seleccionado fue un jersey azul con el dibujo de un koala, unos pantalones de pana en rojo y unas botas de piel negra. Un look que, como no podía ser de otra forma, pasó a la posteridad.
El jersey con el animalito se convirtió pronto en un icono que tiene historia propia. La hija del primer ministro de Nueva Gales del Sur, Kim Wran, pensó que sería divertido regarle a la pareja real con motivo de su boda un par de suéteres con temas de animales australianos. La hija del político pidió a la célebre diseñadora australiana Jenny Kee –que entonces trabajaba para la firma Flamingo Park– que se encargase de la creación de dichos suéteres, uno para Diana y otro para el príncipe Carlos.
En algunas revistas de la época se comenta que el diseño del príncipe Carlos tenía un canguro pero que no le debió agradar la moda de los ugly sweaters, pues nunca vio la luz. En el caso de Diana, no tardó mucho en estrenarlo. Su jersey llevaba bordada la imagen de un koala “basado en el personaje del libro infantil, Blinky Bill, el koala”. A su vez pensó “que estampar al animal símbolo de Australia era un buen homenaje para su país”; del que la reina Isabel II era y es actualmente jefa de Estado.
El diseño tuvo tanto éxito que todas las mujeres de la época a nivel internacional quisieron su propio jersey Blinky. Incluso la publicación Australian Women’s Weekly, le pidió a Kee que diseñara un patrón para que sus lectoras semanales pudieran replicar la prenda en sus casas. El conjunto de Diana fue tan icónico que incluso años después, se lanzó una muñeca vestida como la princesa aquel día. También la organización Mother Bear Project, que lucha contra el SIDA, creó un diseño de un oso solidario en lana en honor a la princesa y su incansable voluntariado contra la enfermedad. Y sí, el oso llevaba un jersey azul con el dibujo de un koala.
Después de 38 años, la marca de Jenny Kee ha relanzado su prenda más icónica con un motivo solidario: destinar lo recaudado a la salvación de los koalas. La colaboración ha surgido con el hospital Port Macquarie Koala, dedicado a la conservación de esta especie en Australia, sobre todo durante los pasados incendios del continente que se han cobrado la vida de más de 8.000 ejemplares.
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“Mis queridos Blinky me han cuidado durante mucho tiempo y ahora, después de los terribles incendios que han arrasado sus hogares, quiero cuidarlos yo a ellos”, ha declarado Jenny Kee en su web. Los famosos jerséis se venden a un precio de 750 dólares australianos (unos 460 euros), de los que se destinarán 500 dólares a esta causa. El beneficiario de la prenda también recibirá un pack especial de adopción de un koala de 12 meses de edad. Por el momento informa su web que el stock se ha vendido por completo. Habrá que permanecer atentos.
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