Si hay un nombre que se ha convertido en carne de actualidad en los últimos meses, ese es Pablo Alborán. El cantante malagueño, hace aproximadamente un mes, provocaba un tsunami en las redes sociales con un vídeo en el que reconocía su homosexualidad. Y se generaba un debate, incluso, sobre la manera en la que había afrontado ese momento.
Alborán lo hacía para ser libre como sus canciones, como él mismo expresaba. Una libertad que siempre ha ejercido a la hora de enseñar a sus ‘followers’ cuánto se cuida, la cantidad de trabajo que hay detrás de un físico prácticamente perfecto en el que sus músculos denotan la cantidad de horas de gimnasio y de trabajo específico.
En esta ocasión, Alborán ha revolucionado las redes con una instantánea, mientras le preparaban para una sesión de fotos, en la que los ojos de cualquiera que tope con ella tan solo pueden dirigirse a una zona de su anatomía: sus pectorales. Perfectos. Definidos. Un torso que será la envidia de mucho y que causará suspiros entre otros cuantos.
Además, Pablo mostraba algunas de esas imágenes de la sesión de fotos a la que se había sometido, haciendo un paréntesis a esas jornadas de remo y descanso veraniego para ponerse delante de la cámara y dedicar un ratito de este mes de julio que está expirando a su trabajo más allá del estudio de grabación.
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