El libro de memorias del príncipe Harry está dando mucho que hablar y despeja algunas de las incógnitas que despertaron el interés de los medios en su momento. Uno de los pasajes más polémicos del libro que ha escrito el duque de Sussex es cuando le recomendó a Meghan Markle que no posara en el Taj Mahal. Así lo recoge él en uno de los capítulos y fue uno de los primeros pasajes en filtrarse a la prensa en los días previos a la publicación de Spare.
Todo sucedió en una cena que Harry y Meghan compartieron con Doria Ragland: «Hablando sobre el tema de la India, nos reímos por el consejo que yo le había dado a Meg antes de partir: ‘No te hagas la típica foto delante del Taj Mahal’. Ella me había preguntado por qué y yo le respondí que era por mi madre. Le expliqué que ella había posado justo allí, y la foto había terminado convirtiéndose en un icono; no quería que nadie pensara que Meg intentaba imitar a mi madre. Meg jamás había oído hablar de esa foto y el asunto le pareció desconcertante, y a mí me enamoró eso», cuenta Harry.
La foto de Lady Di en el Taj Mahal fue tomada en febrero de 1992, durante el viaje oficial que hizo con el príncipe Carlos a la India. El matrimonio estaba viviendo sus últimos días y Carlos prefirió asistir a una reunión en Bangalore antes que acompañar a Lady Di al Taj Mahal, el monumento más famoso del país y símbolo del amor del emperador Shah Jahan a su esposa Mumtaz Mahal, que falleció en el parto de su hijo.
La imagen de Diana en en el Taj Mahal dio la vuelta al mundo como símbolo de la soledad que sentía la princesa en aquel momento de su vida.
La foto de Kate Middleton a lo Lady Di frente al Taj Mahal
Pero apenas unos meses antes de que Meghan viajara a la India, también lo hicieron Kate Middleton y el príncipe William. Los entonces duques de Cambridge realizaron una visita a India y Bután en abril de 2016. El último acto de Kate y William era la visita a este palacio y ellos no dudaron en sentarse en el mismo banco que lo hizo Diana de Gales (y que fue bautizado en su honor) para posar con una sonrisa.
Kate Middleton recuperó muchos años después la misma pose que utilizó Diana, con las piernas ligeramente ladeadas y sin cruzar, y las manos recogidas en su regazo. Si Lady Di escogió un conjunto de falda morada y chaqueta naranja, dos tonos que querían transmitir la espiritualidad y la fuerza de ese momento, Kate lució un vestido blanco con bordados azules del diseñador indio Naeem Khan, siguiendo su tradición de homenajear la moda de los países que visita.
Lejos de despertar polémica en los medios, muchos tacharon de valiente la decisión del príncipe William de sentarse en ese banco, pues las comparaciones con el pasado iban a ser inevitables. De hecho, su equipo dijo que el príncipe era consciente del significado de ese lugar en la vida de su madre pero él quería generar nuevos recuerdos en una de las maravillas del mundo.
Si la misma foto de Meghan Markle en ese lugar hubiera sido criticada o no es algo que nunca sabremos, pero lo que sí evidencia es que desde el comienzo de su relación, el príncipe Harry ha tenido muy presente a la prensa en los pasos que ha dado, hasta el punto de condicionar pequeños gestos como que Meghan se hiciera una foto delante del Taj Mahal, algo que hacen millones de turistas cada año, pero que él quiso evitar por miedo a una respuesta de dimensiones desproporcionadas por parte de los tabloides.
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