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Lola y Palito se han convertido en la pareja perfecta durante casi dos meses. Dos completas desconocidas, que se han llegado a convertir en hermanas durante su larga estancia en Playa Destierro, y, que por desgracia, ha tenido que poner punto y final a su aventura conjunta esta noche, al conocerse que Palito Dominguín era la novena expulsada definitiva de la edición. Una noticia que ninguna de las jóvenes se esperaba y que ha afectado en especial a Lola. «No me lo puedo creer, esto es como una pesadilla, no sé que voy hacer sin ti, sin ir de tu mano, no me lo puedo creer que esto nos esté pasando», eran las palabras que no podía parar de repetir la leonesa, incrédula y desolada por todo lo que acababa de suceder.

Unos pensamientos que también afectaban a Palito, pero a los que quería encontrar consuelo por el bien de su compañera, ya que desea que su amiga llegue con energía a la recta final del concurso, «vamos a llegar juntas a la final porque allí voy a estar yo esperandote». Te quiero mucho vas a llegar muy lejos», le alentaba así a continuar sola, pero tan fuerte como hasta ahora. Al mismo tiempo, quería hacer un pequeño balance de su participación en la aventura más extrema de la televisión, «estoy orgullosa de mi paso por el concurso, espero poder haber traído un poco de alegría en estos momentos tan complicados porque ese era mi objetivo. Soy la Robison Crusoe de los Dominguín», bromeaba para así intentar quitarle algo de tensión al asunto.

Unas imágenes que partían el alma al propio Carlos Sobera. Por ello, el presentador no dudaba un momento en mojarse y dar su opinión sobre lo que acababa de suceder, «si a mi me preguntarán yo diría que es una expulsión injusta. No todos se merecen ganar porque no todos son igual de buenos». Una opinión compartida por mucho de los colaboradores, que también querían destacar las muchas virtudes de la joven modelo.

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