Han sido muchas las artistas que no han querido que la actual crisis sanitaria interfiera en sus planes profesionales. Al fin y al cabo, la música es una de las mejores medicinas para alegrar el alma y cualquier nuevo lanzamiento siempre será bien recibido en esta situación tan extraña. Sobre todo viniendo de alguien como Katy Perry, que la semana pasada estrenó su nuevo single, Daisies, el primer adelanto del que será su nuevo disco.

Una canción optimista y esperanzadora en la que Perry confía tanto que ella misma ha querido presentarla en directo en televisión en varios programas. Y aunque parezca increíble por el resultado de estas actuaciones, siempre sin salir de su casa, donde lleva varias semanas confinada junto a su prometido Orlando Bloom disfrutando de su embarazo, que ya le hace lucir una prominente tripa.

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Una vida tranquila que la pareja se está tomando con humor y paciencia. Sobre todo en lo que a lidiar con las propias emociones se refiere, algo que Katy reconoce estar aprendiendo a hacer por primera vez gracias a esta estancia obligada en casa en la que sobran las horas.

“Está siendo todo demasiado real para mí. Estoy sintiendo cosas que no había sentido nunca. Siempre he sido muy controladora y perfeccionista, me encanta tener todo planificado. Y claro, todos los que somos así estamos ahora mismo en una espiral de emociones”, ha reconocido Perry durante una entrevista en la radio.

“Pero me gusta creer que todo esto tengo que achacarlo a las incertidumbres que te provoca estar embarazada por primera vez y no saber qué va a pasar en los próximos meses. En Los Ángeles acaban de ampliar la recomendación de quedarnos en casa hasta agosto, y no me preocupa. Voy a creer en lo que digan los profesionales”, explica.

Esto no implica que no tenga momentos de bajón. La diferencia es que no les da mucha importancia. “Una amiga lo explicó muy bien el otro día: cualquiera que diga que está perfectamente después de 9 semanas de cuarentena es un psicópata”, bromeó la cantante, que desveló cómo está afectando físicamente a la pareja este encierro.

“Digamos que yo me estoy convirtiendo en Shrek y Orlando, en Hulk”, confesó haciendo referencia a que ella ha ganado unos kilos y Bloom no para de entrenar. Pero hasta en eso son compatibles: ambas comparaciones hacen referencia a famosos monstruos verdes. Tal para cual.

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