Convertida en toda una influencer de la vida sana, la segunda hija de Bertín Osborne y Sandra Domecq es una mujer tan comprometida como sincera a la hora de contar sus verdades.
Madre de tres hijos, la vida le ha enseñado a Eugenia Osborne que los sueños no siempre se cumplen y que el amor necesita mucho pico y pala a diario.
Hoy Corazón Un año más se compromete con el Día Internacional del Cáncer de Mama, esta vez en el acto que ha organizado El Corte Inglés iluminando sus fachadas. ¿Es en recuerdo a su madre, Sandra Domecq, que falleció tras luchar contra esta enfermedad?
Eugenia Osborne Aunque mi madre falleció por un cáncer de vejiga es verdad que en los últimos años me he involucrado en la lucha contra el cáncer de mama, y es que hasta mi trabajo de fin de carrera de Psicología versó sobre los efectos psicológicos en las mujeres durante los tratamientos con el cáncer. No hay que cesar en las campañas y animar a las mujeres a que no dejen a un lado sus revisiones.
H. C. ¿Cree que hay mayor concienciación?
E. O. El avance considero que se ha producido en los hospitales y equipos médicos a los que se han sumado los psicólogos para ayudar a las pacientes. Antes no se tenía en cuenta cómo afectaba emocionalmente estos tratamientos.
H. C. Estos días su hermana Claudia ha narrado con toda la dureza cómo vivió la enfermedad y muerte de su madre, que hasta le provocó una bulimia y depresiones. ¿En su caso cómo fue?
E. O. Influye mucho la edad y la personalidad. En esos años fue mi hermana Alejandra, que tenía 24 años, la cuidadora de nuestra madre y es ahora cuando empieza a notar las secuelas de todo lo que vivió. Recuerdo que a veces me pedía que le echara una mano, y es que las secuelas psicológicas de los cuidadores son muy fuertes porque aparte del duelo está todo lo que han vivido, noches sin dormir, escenas duras de ver… por eso creo que cada hermana lo hemos vivido de una manera diferente.
H. C. ¿Cree que ha sido más fuerte que ellas?
E. O. No creo en la clasificación de personas fuertes o débiles porque el dolor siempre llega en algún momento de la vida. Mi hermana Claudia pasó el duelo antes que yo, puesto que a mí me llegó hace un año. Cada uno tiene sus mecanismos de defensa y por eso sucede en diferentes tiempos.
Juan y yo hemos vivido en menos de diez años lo que muchos matrimonios han experimentado en veinte»
H. C. ¿Qué sintió hace un año?
E. O. Se juntaron una serie de circunstancias que me llevaron a pensar más en mi madre y a echarla de menos de una manera intensa. La necesitaba y eso hacía que me enfadara por no tenerla… hoy al menos ya siento que no estoy enfadada, por eso creo que he superado el duelo.
H. C. Ser una mujer tan activa como usted también ayuda a evadirse, pero finalmente las cosas estallan.
E. O. Efectivamente la actividad a veces hace que un día explotes, pero por fortuna sé parar a tiempo y quedarme en casa cuando siento que no puedo más.
H. C. En estos momentos se dedica al máximo a sus redes sociales, donde instruye sobre vida sana.
E. O. Acabo de empezar un curso para formarme como instructora de hipopresivos, técnica que llevo practicando desde hace más de cuatro años. Los beneficios son increíbles y me encanta compartir estas enseñanzas.
H. C. Se nota que tanto usted como su hermana Claudia han trabajado psicológicamente. ¿Comparten sus experiencias?
E. O. Es verdad que si necesitamos a nuestro padre siempre está ahí, pero también tiene una vida profesional muy activa, algo que hemos vivido desde niñas, y eso hace que nos apoyemos entre nosotras. Nos consultamos todo, desde tonterías de ropa hasta buscarnos en días de bajón.
H. C. ¿Nunca le han dicho a su padre que bajara el listón y se dedicara más a sus hijas?
E. O. De mi padre lo único que me preocupa de su actividad es que se sobrecargue de trabajo y le pueda pasar algo. Tiene hijos pequeños y una mujer y no se puede permitir el lujo de petar. A veces sí le he dicho que baje el ritmo, aunque es complicado salir de una espiral cuando llevas tanto tiempo.
H. C. ¿Cómo ha vivido la segunda generación de hijos de su padre? ¿Ve a su padre más involucrado en la paternidad?
E. O. Es diferente tener hijos con los años, ya que tienes otra madurez pero también su vida profesional ha cambiado, ya que no viaja tanto fuera de España. Con Fabiola nos llevamos muy bien y quedo muchas veces con ella para estar con los niños. Creo que Fabiola lo ha hecho genial y hemos conseguido tener una amistad perfecta incluso desde los tiempos que eran novios y quedábamos las dos para tomar un café.
H. C. ¿Qué opina del noviazgo de su hermana Claudia con José Entrecanales?
E. O. Estamos encantados porque ella está feliz, que es lo único que nos importa. Además, José es muy responsable y trabajador.
H. C. ¿Ven boda a la vista?
E. O. son un rollo, por lo que es mejor esperar a que pase todo esto y si la relación sigue bien pues haremos una boda muy divertida con muchísima gente. Ahora no es tiempo de nada. Eso siempre y cuando vaya bien, claro, que aún es pronto.
H. C. El desnudo emocional que ha hecho su hermana Claudia en el libro que acaba de publicar ha sorprendido a muchos.
E. O. Mi hermana Claudia es tan valiente como lo fue mi madre. Siempre he admirado su coraje. Físicamente además también se parece mucho a ella. Es cierto que mi padre también es un valiente pero confieso que mi madre lo era más y eso lo ha heredado, por eso siempre le digo que me gustaría aprender de ella.
H. C. Lleva nueve años casada y son padres de tres hijos. ¿Qué balance hace?
E. O. Hemos vivido en menos de diez años lo que muchos matrimonios han experimentado en veinte. Pienso que he elegido muy bien. Juan me aporta muchísimo y aunque no ha sido fácil llegar hasta aquí, ya que hay que pelear y luchar, al menos estamos en una época dulce que no sé si será para siempre, pero sí sé que hemos aprendido a tener unos recursos que nos ayudarán en el futuro a superar las crisis. El balance es que la lucha merece la pena.
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