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Esther Doña ha reaccionado a la reconciliación de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Con permiso de la canción de Shakira, la segunda oportunidad que se han dado la hija de Isabel Preysler y el ingeniero, así como sus planes de boda, es lo más comentado del panorama social. De la familia de la marquesa de Griñón ya se había pronunciado su hermana Xandra, que afirma estar «súper contenta» con la noticia. Y ahora ha hablado la que fuera madrastra de Tamara.
La viuda del marqués de Griñón ha dado sus primeras impresiones sobre la reconciliación en el programa de Sonsoles Ónega, ‘Y ahora Sonsoles’ (Antena 3). «Me alegro muchísimo de que hayan vuelto. Siempre lo he estado defendiendo. Ya dije que si yo fuese Tamara volvería con Íñigo porque se la veía súper feliz», ha dicho Esther.
La colaboradora televisiva también ha analizado las fotos del viaje que Tamara e Íñigo han hecho al Polo Norte y que han compartido en sus redes. Unos posts en los que destacaba la declaración de amor del ingeniero a su prometida. Aunque la pareja derrocha amor, Esther ve algo de «tristeza» en los ojos de Tamara. «Son fotos preciosas, pero la mirada de ella, la veo apagada. No sé si será preocupación por todo ha pasado, que ha sido muy rápido, o es la preocupación por la preparación de la boda», matizaba.
Previsiblemente la boda será en junio en El Rincón, la finca familiar y Sonsoles Ónega ha querido saber si Esther sabía cómo sería la celebración. «El Rincón siempre se ha alquilado para bodas, está preparado para eso pero la capilla es pequeña, unas 20 personas máximo. Yo pienso que cogerán una iglesia importante y la celebración será allí. Seguro que hay preboda, boda y postboda, que ahora se lleva mucho. ESte día le hace muy ilusión a ella».
Al analizar las fotos, enuna de ellas se aprecia que Tamara Falcó llevaría el anillo de pedida que le regaló Íñigo en septiembre. Sobre si le parece buena idea, o si debería regalarle otro, Esther lo tiene claro: «A mí me daría yuyu».
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