Amador Mohedano se sentó el pasado sábado en el plató del ‘Deluxe’ y, por lo que se había visto y escuchado en ese pequeño aperitivo que Telecinco había mostrado, a modo de previa, a la audiencia, estaba dispuesto a sacar toda la artillería pesada y dar un nuevo golpe a su sobrina Rocío Carrasco. Porque, el tema principal, era qué había pasado en esa lectura del testamento de Rocío Jurado, hermana de él y madre de ella.

Y lo hizo. Sin cortarse. Con pelos y señales. Narrando esa disputa en términos lejos de la cordialidad con su hermana Gloria y ante los que él exigió respeto a su sobrina. Pero no fue lo único que contó Amador y que puede hacer daño a una Rocío que está exhausta de tanta guerra familiar y de que, cada vez que pestañea, aparezca una nueva información sobre ella y la mala relación con los suyos.

Amador apuntó a Fidel Albiac, y eso va a dolerle. Lo primero, porque dijo que este había «abducido a mi sobrina». Lo segundo, porque se atrevió a sacar a la luz calificativo que dedicaba a Gloria Camila y José Fernando, hermanos de Rocío, hijos adoptados por Rocío Jurado y José Ortega Cano y con quienes Carrasco tampoco tiene la más mínima relación.

Este sostiene que, durante una conversación en el hospital, Fidel se refirió a los hermanos de su mujer como «los inmigrantes», dejando caer que a él, le sonó despectivo, pero sin profundizar más en un asunto que seguramente, revuelva a una Gloria Camila que no se ha mordido nunca la lengua.

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