El rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, lleva acaparando titulares entre la prensa nacional y la internacional varios días. El motivo de ello es el escándalo que está protagonizando por haber preferido alejarse a más de 8.000 kilómetros de su país en plena crisis mundial provocada por la pandemia del coronavirus. A lo que se suma su ya de por sí mala reputación por los escándalos que ha protagonizado a lo largo de su vida.
Maha, también conocido como Rama X, ha encontrado en un hotel de Alemania el mejor refugio en tiempos de pandemia. Ha reservado entero el Grand Sonnenbichl, una antigua mansión del siglo XIX que ha funcionado como internado de niñas y como cuartel militar nazi en el pasado. Es uno de los reyes más ricos del mundo y alquilar un hotel completo no parece suponer ningún problema para él. El edificio se encuentra ahora convertido en un resort de 4 estrellas con piscina y spa, cercano a la frontera con Austria.
Como era de esperar, el rey de Tailandia no se encuentra solo. Se ha llevado consigo a todo su séquito, en el que se incluye un harén de 20 mujeres, aunque ya se ha desecho de 119 de sus ayudantes por sospechar que estaban infectados con Covid-19. No hay información sobre si les hizo las pruebas o no, pero los ha mandado de vuelta a Tailandia. En cambio, sobre el paradero de su cuarta mujer, la reina consorte Suthida, no hay ninguna información confirmada. Se sospecha que podría estar en un hotel de lujo en Suiza, donde pasa la mayor parte del tiempo.
A pesar de que los hoteles alemanes han tenido que cerrar, el Sonnenbichl ha recibido un permiso especial para permanecer abierto y así permitir que el rey de Tailandia pudiera alquilar todas sus habitaciones. El pretexto para la autorización es que se trata de un grupo homogéneo de personas y no va a haber fluctuaciones de las mismas, ni se va a permitir la entrada a nadie externo al grupo. Aún así, Vajiralongkorn ignora las medidas de confinamiento alemanas y ha sido avistado dando paseos en bicicleta en compañía de varias mujeres.
El país se encuentra entre sus favoritos para residir, pues pasa la mayor parte de su tiempo en una propiedad de más de 13 millones de euros que ostenta en el lago Starnberg, en el estado de Baviera y muy cercana al hotel en el que se encuentra. Vajiralongkorn, que no se deja ver por Tailandia desde febrero, es totalmente el ejemplo opuesto a su padre, que nunca abandonó el reino durante sus últimos 24 años de vida.
El rey Bhumibol estuvo en el trono durante más años de los que lleva Isabel II –70 en total– y, a pesar de su deteriorada salud, no abdicó debido a la mala reputación de su hijo. La imagen de Rama X se distancia mucho de la de su padre, que siempre contó con el beneplácito y la adoración de sus súbditos.
La buena reputación con la que Bhumibol dejó a la monarquía ya es historia y, a pesar de que las críticas a la institución se castigan con penas de hasta 15 años de prisión, ha surgido un movimiento contra el actual rey en las redes sociales. La población se ha levantado con el hashtagpor qué necesitamos un rey, en un momento de preocupación absoluta por la crisis del coronavirus mientras éste le da la espalda a su pueblo. Cada día más personas comparten sus opiniones y critican sin temor.
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