El príncipe Carlos ha visitado este sábado al duque de Edimburgo en el hospital rey Eduardo VII de Londres donde continúa ingresado. Fue hospitalizado tras encontrarse mal, informó el palacio de Buckingham, y sigue en observación y descansando hasta que los médicos consideren que está bien y puede regresar al Castillo de Windsor junto a Isabel II. Se desconoce qué le sucede exactamente al príncipe pero se ha descartado que tenga relación con el coronavirus.

Su hijo y heredero al trono británico ha querido comprobar cuál es el estado de salud del duque y ha ido a verlo. Ha llegado al hospital en coche tras un trayecto de unos 300 kilómetros ida y vuelta desde Highgrove, en el condado de Gloucestershire, y ha accedido por la parte trasera del centro hospitalario. Alrededor de las tres y media de la tarde, ha pasado unos treinta minutos con el duque antes de regresar a su casa de campo.

Es el primer miembro de la familia real que lo visita en el hospital. Es sabido que el duque, retirado de la vida pública, prefiere mantenerse al margen de todo lo que suponga cierto alboroto. Puede que esta visita del príncipe Carlos así la considere, pero su hijo ha puesto por encima la preocupación por su padre en una semana especialmente complicada para la monarquía británica como consecuencia del adiós definitivo de la reina al príncipe Harry y Meghan Markle.

Además, el príncipe lleva sin ver a su padre desde antes de navidad debido a las restricciones frente a la pandemia que se mantienen en el Reino Unido. Ahora, con todas las precauciones, ha podido estar con él, y llevarle también alguna buena noticia como que la princesa Eugenia y Jack Brooksbank han puesto a su hijo August Philip en su honor. Lo previsible es que a lo largo de la próxima semana, el duque de Edimburgo reciba el alta y vuelva a Windsor.

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