Mientras se conoce el resultado de la autopsia, sabemos que Fran Álvarez, encontrado sin vida hace tres días, no presentaba signos de violencia en el cuerpo y que tampoco se quitó la vida, que no estamos ante un suicidio. Ayer, el que fuera marido de Belén Esteban (que mandaba su sentido pésame a la familia) durante cinco años fue despedido por familiares y amigos en un acto en el que se palpaba el desgarro en los corazones de sus allegados.
Hoy, la revista ‘Lecturas’ saca a la luz la última gran confesión de aquel hombre que saltó al mundo de la prensa del corazón por su romance con la princesa del pueblo. El domingo, Aurelio Manzano aseguraba en ‘Viva la vida’ que Fran iba a ingresar de nuevo en Proyecto Hombre en Burgos. En el mismo centro del que había sido expulsado y al que le dijeron que no podría regresar hasta pasar un periodo determinado de tiempo.
La pregunta que estaba sobre la mesa era la del por qué se le expulsó. Es la mencionada revista la que da respuesta: porque se enamoró de otra de las internas que hacía frente a un problema como el suyo, algo que está prohibido en las normas. Un confesión que él realizó a la revista, pero que no quería que saliese a la luz porque vivía con la esperanza de regresar a ese lugar que le estaba enseñando a ir por buen camino.
Su entorno asegura que llevaba varios días con el ánimo muy bajo antes de ese fatal desenlace en la cama de su casa. La sombra de la recaída planeaba muy cerca y estaba a punto de ver la luz con su vuelta a Burgos. Nunca llegó a darse. Y, ahora, habrá que esperar a que sea el informe de los forenses el que arroje algo de claridad sobre el fallecimiento de Álvarez con tan solo 43 años.
Él mismo habló en varias ocasiones de sus coqueteos con el alcohol y otras sustancias. La primera, en 2007, cuatro años después de divorciarse de Belén. Reconocía que primero fue el alcohol, pero que había tenido relación con otras sustancias que le llevaron a caer en un pozo del que nunca salió.
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