Cuando el príncipe Andrés anunció que se retiraba de sus deberes y obligaciones reales, el primer puesto que se tambaleó dentro de la institución fue el de Amanda Thirsk, su secretaria. Los titulares de los periódicos británicos empezaron a inundarse con especulaciones sobre el futuro de Thirsk. Ella fue quien animó al duque de York a dar la entrevista de la BBC que dinamitó su carrera; algo que, por lo visto, habría enfadado a miembros de la familia real, como la reina Isabel II.
El jueves 21 de noviembre de 2019 – tan solo unos días después de la famosa entrevista -,el palacio de Buckingham acogió una reunión para decidir cómo abordar la situación. En ella estuvieron presentes desde la reina Isabel hasta Sarah Ferguson, que había apoyado al príncipe Andrés desde que empezó a ser relacionado con Jeffrey Epstein. Entre otros, acordaron la salida de Thirsk. Su puesto, como los del resto de empleados que trabajaban para el príncipe Andrés, era inevitable que desapareciera. A pesar de ello, Andrés se comprometió a mantenerla en la dirección de la plataforma Pitch Palace y a pagar su sueldo de su bolsillo privado. La última noticia, de principios de este mes, es que Thirsk será recompensada con varias decenas de miles de euros a raíz de su marcha del palacio.
Amanda Thirsk se graduó en derecho por la Universidad de Cambridge en 1987, para después trabajar en el mundo de la banca. En 2004 dio el gran salto al mundo de la realeza y se convirtió en la agente de control financiero y jurídico para la plataforma del príncipe Andrés, Pitch Palace. Una entidad que se dedica a acercar emprendedores e inversores. En 2014 alcanzó la dirección de la institución y en 2017 se expandió también a nivel global. El puesto de secretaria del duque de York lo obtuvo en 2012 y lo compaginó con el resto de cargos. Ha trabajado para la casa real británica durante más de 15 años y con ese currículum es difícil que Amanda Thirsk se quede sin trabajo, a pesar del incierto futuro de la institución.
Ahora, el futuro de Pitch es incierto. Puede que el royal deje de representar a la institución y, tras la retirada de un gran número de socios accionistas, su futuro y viabilidad son bastante imprevisibles. Solo el tiempo determinará lo que va a ocurrir. En otros medios británicos se baraja la posibilidad de que Andrés vuelva a contratar a alguien en el puesto de secretaría, pero no imprescindiblemente a su anterior empleada.
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