El 31 de enero en la catedral de La Almudena, de Madrid se celebrará el funeral por la infanta Pilar. La hermana mayor del rey Juan Carlos falleció el pasado 8 de enero a la edad de 83 años en la Clínica Ruber Internacional, a causa de un cáncer de colon. Tras su fallecimiento, la capilla ardiente quedó instalada en su domicilio de la urbanización Puerta de Hierro, y se dio el último adiós en la más estricta intimidad. La duquesa fue incinerada y sus cenizas se enterraron en el cementerio de San Isidro, junto a los de su marido, Luis Gómez-Acebo, fallecido en 1991.

Aunque no está confirmado, según publicaron ayer varios medios de comunicación, dos días antes, el 29, a las 12 de la mañana podría celebrarse un solemne funeral en el Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial. Por ser infanta de España, la tía de Felipe VI tendría que haber sido enterrada en el panteón de Infantes del Monasterio, pero Pilar de Borbón siempre manifestó en vida su deseo de que sus restos permanecieran con los de su marido en el panteón familia. Será un funeral institucional por su reconocimiento como infanta de España y los convocantes son los Reyes.

Los días antes de su muerte, la infanta era ingresada de urgencia en la clínica Ruber Internacional de Madrid. El propio hijo de Pilar, Juan Gómez Acebo, alertaba de lo delicada salud que tenía su madre.«Está muy malita, la pobre», explicaba de forma rotunda el primo del rey Felipe VI a la salida de la clínica, con semblante serio.

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