Llevábamos tiempo escuchando que el amor había vuelto a tocar a la puerta de Demi Lovato. Se había dicho, incluso, el nombre de quien compartiría con ella su vida: Max Ehrich. Sin embargo, ninguno de los dos se había pronunciado al respecto, como tratando de preservar la intimidad de la que se goza cuando aún no ha entrado en acción el juicio de la opinión pública.

Un despiste ha servido para confirmar que, efectivamente, están juntos. Al menos, eso es lo que se deduce de la reacción de ambos en el directo de Instagram en el que ambos se quedan con cara de póker y que ha servido como prueba gráfica que da fe e la oficialidad de la relación.

Él estaba ofreciendo un directo a sus seguidores tocando el piano. De repente, le cambiaba la cara y se le escuchaba decir en bajito: «Estoy en directo». Era tarde. Demi ya había salido en el plano, con intenciones de ponerle una manta por encima a su chico, y, al darse cuenta del desliz, pegó un grito y salió despavorida. Pero el titular, ya estaba escrito.

Y con esta intervención estelar de Lovato, se terminó la actuación de Max, que tras reírse, se disculpaba con los seguidores que estaban enganchados a su canal: «Tengo que irme, chicos».

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