El rey emérito Don Juan Carlos ha decidido irse a vivir al extranjero, tal y como informaba ayer una misiva de la Casa Real. El 3 de agosto se convierte así en un día histórico para la realeza, ya que lejos de tratarse de una posibilidad, la marcha de Don Juan Carlos de España es una realidad inminente a la que Felipe VI ha reaccionado de forma sosegada, “su sentido respeto y agradecimiento ante su decisión”.
Un movimiento que se debe al escrutinio mediático de los últimos meses y que tiene como móvil ciertos comportamientos del que fuera rey en su juventud. Según se puede leer en el comunicado, el rey emérito habría tomado esta decisión “ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada”.
Nada más publicar el escrito, el rey emérito ponía rumbo al extranjero abandonando el país de forma inmediata. Una decisión que no afecta a Doña Sofía, que seguirá residiendo en Zarzuela.
En la carta, Don Juan Carlos explica las razones de su decisión:
“Majestad, querido Felipe:
Con el mismo afán de servicio a España que inspiró mi reinado y ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada, deseo manifestarte mi más absoluta disponibilidad para contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones, desde la tranquilidad y el sosiego que requiere tu alta responsabilidad. Mi legado, y mi propia dignidad como persona, así me lo exigen.
Hace un año te expresé mi voluntad y deseo de dejar de desarrollar actividades institucionales. Ahora, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España.
Una decisión que tomo con profundo sentimiento, pero con gran serenidad. He sido Rey de España durante casi cuarenta años y, durante todos ellos, siempre he querido lo mejor para España y para la Corona.
Con mi lealtad de siempre.
Con el cariño y afecto de siempre, tu padre.”
Asimismo, el abogado de Don Juan Carlos ha querido emitir a su vez un comunicado en el que afirma que esta decisión no representa una huida de la justicia, sino que el rey emérito «permanece en todo caso a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier trámite o actuación que considere oportuna», dejando así claro que este suceso pertenece a la vida privada del rey, que volverá al país a enfrentar a la justicia si fuese necesario.
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