Nadie le dijo que tenía que empoderarse y visibilizarse en un mundo tan masculino como el de la música country, pero Dolly Parton se empoderó sola y se visibilizó de lo lindo con su melena rubia, sus labios rojos pasión y unos descomunales escotes. Y no crean que no era consciente de lo que su aspecto podría suponer: «No me molestan los chistes sobre rubias tontas porque no soy tonta, y menos aún rubia».
Lo suyo es más bien tinte 8.0.3. Y le ha sacado mucho partido: más de 100 millones de discos. Además, con ‘I will always love you’, una canción que compuso en 1973 para despedirse de su compañero, Porter Wagoner, es una las más vendidas de todos los tiempos gracias a la versión que Whitney Houston interpretó en El guardaespaldas. Así que de tonta no tiene ni un pelo.
«Si no fuera mujer, habría sido drag queen» es otra cita que la define: no solo por su gusto para maquillarse y vestirse sino, también, porque es una de las musas LGBTI, que se ha identificado con ella porque ha jugado a convertir los clichés en un arma arrojadiza contra quienes no entienden la diversidad: la comedia ‘Cómo eliminar a su jefe’ es una prueba de ello, con su papel de secretaria sumisa que esconde a una leona capaz de cualquier cosa. Dolly estuvo nominada al Globo como actriz y al Oscar por la canción original, ‘9 to 5’.
Dolly Parton nunca ha ocultado su vida: publicó sus memorias y lanzó un podcast en los que compartió sus vicisitudes. Nació en el seno de una familia numerosa tan humilde como unida: doce hermanos y nunca sintió que le faltara el cariño de su madre, que la inició en la música, ni de su padre, a quien quiso rendir tributo con una fundación: la Dolly Parton’s Imagination Library. Si los niños españoles creen en el Ratoncito Pérez, los norteamericanos creen en la Book Lady, una señora que les regala los libros que necesitan para aprender a leer.
Los laboratorios que fabrican la vacuna dicen que la aportación de Dolly fue decisiva
Según Dolly, Robert Lee Parton, su padre, se deslomó como granjero y albañil, pero era un hombre inteligente que no pudo ir al colegio. Pero gracias al éxito de su hija aprendió a leer y escribir, ayudándola a poner en pie este proyecto. Hace dos años, la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos certificó la proeza: 100 millones de libros donados, otra de tantas de esta artistar.
En enero, cuando aún éramos felices, posteó una composición de cuatro fotos suyas: en plan profesional para LinkedIn, sencilla para Facebook, postureo en Instagram y sexy para Tinder. Fue un bombazo. Las estrellas se sumaron al #DollyPartonChallenge, millones de seguidores, también.
Lo que no sabíamos era que, en plena pandemia, decidió apostar por la investigación médica e invirtió un millón de dólares para encontrar una vacuna para la covid-19. Dicha vacuna existe y los laboratorios han reconocido que su donación fue decisiva. Así que, ya lo ven, 47 veces nominada a los Grammy, dos a los Oscar y a los Emmy, una vez a los Tony y, además, merecedora del Nobel, por lo menos.
P.D. para ‘millennials’. Si los nombres de los artistas o las películas no os suenan de nada: Dolly es la madrina de Miley Cyrus.
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