Diana de Gales tenía su propia estrategia para enfadar al príncipe Carlos

Durante estos meses, el equipo de The Crown ha estado rodando diferentes momentos clave de la relación entre el príncipe Carlos y su entonces mujer Diana de Gales. Ahora, mientras esperamos a que se estrene la cuarta temporada de la serie creada por Peter Morgan hemos sabido, gracias a un testigo cercano a la familia real británica, que la royal tenía sus estrategias para lidiar con la relación tóxica que se había establecido entre ella y el príncipe.

El veterano fotógrafo de la realeza, Ken Lennox, que retrató a la pareja por primera vez, ha hablado para el documental de la ITV que se podrá ver esta noche, Inside the Crown: Secrets of the Royals, que su relación comenzó a deteriorarse durante su compromiso en Australia, en marzo de 1983.

Entonces, la royal apareció llorando a las puertas de la ópera de Sídney, mientras su marido la ignoraba. Entonces, lo justificaron a los medios como un mal momento debido al “jet lag” y al “calor”. Sin embargo, desde entonces, la estrategia de supervivencia de Diana cambió; el ex secretario de prensa de la princesa, Patrick Jephson, se dio cuenta de que “se reía mucho”, pero no “porque se estuviese divirtiendo sino para enfadar a su marido”.

Aun así, reconoce que cuando aparecían en público, eran imbatibles como actores; cuando estaban solos, todo era distinto. “No se hablaban, casi no se miraban y tenían muy poca paciencia el uno con el otro”, añadió Jephson.

La mala relación entre ambos resultaba inevitable, ya que el suyo fue un matrimonio concertado; de hecho, no se conocían y cuando se comprometió, Diana solo tenía 19 años. Después de aquello, su divorcio llegaría en 1995; un año antes, se vengó por última vez cuando decidió ponerse un vestido -diseño de Christina Stambolian- para asistir a la fiesta de Vanity Fair en la Serpentine Gallery de Londres.


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