La Super Bowl es el evento más mediático del año en Estados Unidos y Demi Lovato está preparada para enfrentarse al escrutinio de uno de los instantes clave de la noche: la interpretación del himno.
La estrella cantará "The Star-Spangled Banner" poco antes del partido en una actuación que ya encabezaron en el pasado Beyoncé, Alicia Keys, Lady Gaga y Billy Joel, entre otros. Pero aunque algunos de esos artistas pasaron a la historia de la competición sin demasiadas magulladuras, hay ejemplos como el de Christina Aguilera que todavía reverberan en el imaginario colectivo estadounidense. Y no precisamente por lo bien que lo hizo.
Lovato se enfrenta al reto en un momento personal diferente al de otros intérpretes. La cantante sufrió una sobredosis en 2018 y desde entonces se ha retirado a un segundo plano mediático para cuidar de sí misma y recuperar un mejor estado físico y anímico.
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"Es importante recordar que ahora soy mucho más cautelosa a la hora de volver a retomar cosas", explicó Lovato en un evento de Teen Vogue del pasado noviembre. "He decidido tomarme un tiempo con según qué cosas. Cuando el tiempo sea el adecuado, lo haré saber. Estoy deseando sacar nueva música, pero todo llegará en su debido momento".
Ese momento parece llegar ahora. La Super Bowl la vieron el año pasado en directo casi 100 millones de personas.
Lovato cantará el himno un día después de que Harry Styles y el DJ Mark Ronson entretengan al público de Miami en las festividades previas al gran evento que enfrentará a los dos equipos de fútbol americano que ganen las finales de conferencia que se celebran este próximo fin de semana. Ya durante la Super Bowl, Shakira y Jennifer Lopez se encargarán del siempre espectacular Half Time Show para el que prometen tener varias sorpresas preparadas. La Super Bowl tendrá lugar en Miami el próximo 2 de febrero.
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