The Crown parece transcurrir en Buckingham pero en realidad sus personajes nunca han estado allí -Netflix ha recurrido a lugares con cierta similitud para recrear la vida de la familia real británica-. Salvo alguna excepción, porque la actriz que se ha convertido en reina de Inglaterra en la tercera temporada, Olivia Colman, sí ha estado en Buckingham. Ha sido este mismo jueves y ha conocido a la auténtica princesa Ana -a su hermana en la ficción la interpreta la actriz Erin Doherty-, que le ha entregado la condecoración que la acredita como miembro de la Orden del Imperio Británico, la orden de caballería fundada en 1917 por el rey Jorge V,distinción que han recibido de la familia real otras celebridades de reseñables méritos como es el caso de Victoria Beckham, J. K. Rowling, Adele, Elton John o Paul McCartney, entre otros.
Colman, sin embargo, no ha podido conocer a quien tanto ha tenido que estudiar para su papel, la reina, que comenzó a ver la serie animada por el príncipe Eduardo y su esposa Sophie, y acabó dejándola por disgustarle cómo retrata a su familia. En concreto, por uno de los últimos capítulos de la segunda temporada cuando el príncipe Felipe de Edimburgo lleva a su primogénito al internado escocés de Gordonstoun y muestra a un duque frío y muy poco cariñoso con su hijo que pasará por lo mismo que él en su época de estudiante -carreras bajo la lluvia al amanecer, duchas de agua fría, insultos y desprecios- si eso hace del príncipe Carlos un hombre digno de llevar la corona de Inglaterra. Según el diario británico The Express, Isabel II estaba molesta con esta caracterización por las licencias que se han permitido los creadores de la serie porque situaciones como esas “simplemente no ocurrieron”, aseguraron fuentes de palacio a la publicación.
También está preocupado el príncipe Carlos. Él, sobre todo, por lo que vendrá en la cuarta temporada cuando Diana de Gales aparezca finalmente en la serie y regresen fantasmas supuestamente olvidados -entre otros, la relación paralela del príncipe con Carmilla Parker-, en un momento tan delicado como el que vive la familia real británica con dos de sus miembros, el príncipe Harry y Meghan Markle, muy tocados por la persecución de la que se sienten, como le ocurrió a Lady Di, víctimas.
Sobre todo esto pensaría el jueves la princesa Ana mientras charlaba brevemente con Olivia Colman. También se preguntaría cómo será ella en la serie porque en la tercera temporada adquiere un papel más relevante que en las anteriores.
Veremos su boda con Mark Philips, el evento mediático de 1973, y nos acercaremos a uno de los momentos más delicados de su vida, cuando el 20 de marzo de 1974 Ian Ball, de 26 años y problemas mentales, intentó secuestrar a la princesa, con una pistola en cada mano y tirando del brazo su brazo para llevársela, mientras llegaba junto a su entonces marido en coche a Buckingham.
"Quiero que venga conmigo un par de días, y quiero dos millones (de libras). ¿Le importa salir del coche?", le preguntó Ball. "Ni de coña (not bloody likely), y no tengo dos millones de libras", fue la increíble respuesta de la princesa Ana, que permaneció oculta durante 30 años, hasta que fue desclasificada en los Archivos Nacionales.
¿Veremos el diálogo entre secuestrador y princesa en boca de Doherty?
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