«¿Quesquesé se merdé?» no es solo lo que se preguntaba la nobleza, según la canción con la que La Trinca alcanzó la popularidad en España allá por 1983, es también la pregunta que todos nos hacemos ante el culebrón protagonizado por Josep M. Mainat, su mujer, el amante venezolano de esta (mitad escort, mitad mecánico) y la rusa que juega a la ruleta con la verdad y la mentira en el ‘Deluxe’.
La presencia de unos filipinos y unos okupas han venido a convertir el hogar del productor en una mezcla de ‘La casa de los líos’ y ‘Hostal Roya Manzanares’, versión X, porque en una web de contactos aparece como lugar de encuentros «por horas, por días o noches».
Según este anuncio, que remite a un número de WhatsApp asociado a uno de los seis contratados por Ángela Dobrowolski, actual esposa de Mainat y acusada de supuesto intento de homicidio (el caso se encuentra en fase de instrucción judicial), cuenta con «jacuzzi, piscina, jardín, salón compartido, terraza, wifi, cocina, sábanas y toallas». Claro que también promete «discreción, privacidad y ambiente familiar», a pesar de contar con un regimiento de reporteros a sus puertas y de un despliegue de cámaras de seguridad interior que grabaron una historia de amor rematada, si nos permiten la expresión, con una inyección de insulina que dejó al marido en coma. Supuestamente, claro.
Los tres mosqueteros
Daltónico, políglota —habla 6 idiomas—, programador informático, divulgador científico —publicó el libro Ciencia optimista—, Josep María era el hombre de la música y las letras paródicas en La Trinca. Luego llegó Gestmusic, un monstruo de la producción audiovisual que nació con grandes éxitos vinculados a la familia Sardá, como Vídeos de primera, presentado por Rosa María, su primera pareja, y Crónicas marcianas, a cargo de su ‘cuñado’, Xavier.
En el reparto de papeles en Gestmusic, su hermano Joan Ramón era el genio, el hombre que llevaba los formatos en la cabeza, y su socio Toni Cruz, el tiburón de los negocios y las finanzas. La figura de Josep María quedó desdibujada entre ambos, aunque todo el mundo reconoce que siempre tenía el despacho abierto a cualquier trabajador, destacando su trato afable.
Siempre puso a su familia por delante. Impulsó la carrera de su primogénito —famoso por el grito de Boris Izaguirre en ‘Crónicas marcianas’: «¡Páralo Pol!»—, y trabajó codo con codo con su anterior mujer, Pilar Zamora —directora de programas como ‘La casa de tus sueños’ o jurado de ‘Operación Triunfo’, en 2003—.
A los 69 años, edad en la que uno debe ser abuelo, fue padre por quinta vez: de una niña, Jana. Si hay algo que odia es la palabra ‘cáncer’, enfermedad que acabó con la vida de su hermano y que hace poco le ha costado parte del estómago. Con ella se fueron el miedo a la muerte y 15 kilos.
Desde Rusia con amor
La debilidad de Josep M. Mainat por Rusia es digna de estudio. Todo comenzó en su primer matrimonio, con su segunda pareja, cuando se empeñó en adoptar a dos niños. Fue un proceso complicado.
La aparición de Ángela Dobrowolski en su vida, con la que tiene dos hijos, sigue siendo un enigma para muchos. Aunque juntos protagonizaron apariciones en programas, como ‘El convidat’, en TV3, no han tenido una agitada vida social.
El supuesto intento de homicidio está en fase de instrucción judicial»
De ella destacan su ambición y una sospechosa actitud ciclotímica, parecida a la que produce el consumo de ciertas sustancias. Mientras Mainat es todo tranquilidad y sosiego, ella es una montaña rusa, literalmente, de emociones. La última rusa en aparecer ha sido Alina, de origen tártaro, que desencadenó el ‘reality’ que estamos viviendo al llegar en directo a casa del productor en plena conexión de Telecinco para reclamar sus pertenencias y comentar lo que sucedía en el interior de la casa.
Fichada en vivo para ‘Sálvame Deluxe’ ha llegado a ser considerada, de manera un tanto estrambótica, el as en la manga que Mainat podría usar en la guerra de un divorcio en el que hay 70 millones de euros en juego. Ante el escándalo, Mainat ha preferido mantener silencio. Hasta ahora.
Productor a la fuga
En un comunicado, ha reconocido haber cambiado de domicilio hasta en tres ocasiones —algunos le sitúan ahora en Canet, en la antigua residencia de Joan Ramón— y ha mostrado su única preocupación, «garantizar el bienestar emocional de mis hijos y la defensa de su derecho a la intimidad». Josep María confiesa que «el hecho de que Ángela haya sido mi esposa durante nueve años y sea la madre de dos hijos pequeños hace para mí especialmente dolorosa esta situación».
Este comunicado confirma que el juez denegó la orden de protección que su mujer solicitó por su supuesto delito de maltrato, no admitido por el juzgado de Violencia de la Mujer de Barcelona. De paso, acusa a ‘algunos medios’ por «el tratamiento que están dando en forma de especulaciones, persecuciones y juicios paralelos».
Mediaset se pone las botas
Está claro a qué medios se refiere. La relación de Vasile con Gestmusic acabó como el rosario de la aurora tras la etapa de ‘Operación Triunfo’ y el fallido ‘Dutifrí’, el espacio de viajes presentado por Xavier Sardá.
Mainat ha reconocido en un comunicado que ha cambiado hasta tres veces de de domicilio
En Telecinco se están divirtiendo de lo lindo dando cancha al culebrón. Para dar cera a Mainat y, de paso, disparar la audiencia. Todo vale. Una de las cosas que llaman la atención en su círculo es que las grabaciones de las supuestas broncas que se han hecho públicas en ‘Sálvame’ están en castellano, cuando Josep María siempre habla en catalán. Este detalle hace que se sospeche de la intención de Ángela de hacerlas públicas a un medio nacional, que no nacionalista, máxime cuando se sabe del apoyo de Mainat a Junts Pel Sí y a la causa independentista.
‘Sálvame’ también se ha hecho eco de las declaraciones de un familiar que asegura que Ángela intentó seducir a su hijastro, Pol —40 años—, con quien mantiene una relación más que tensa. De la fuente nada se sabe, pero llegan titulares escandalosos: ‘AR’, ‘Ya es mediodía’, ‘Sálvame’ o ‘Socialité’ han sacado la artillería. Veremos cómo se porta ‘Todo es mentira’ de Risto Mejide, cuya relación quedó dañada tras su salida de OT.
La era de esplendor
Mainat y Cruz vendieron Gestmusic al gigante Endemol, integrado en el grupo Banijay. En sus años dorados, por la discreta entrada de la sede de la calle Santa Elionor pasaban los protagonistas de ‘Lluvia de estrellas’, ‘No te rías que es peor’, ‘La parodia nacional’, ‘Channel 4′, entre otros.
En aquellos años se forjaron leyendas urbanas sobre la productora: desde la supuesta existencia de un túnel subterráneo que llevaría al domicilio de Toni Cruz, el ir y venir de agua con misterio o bandejas con vitaminas a los camerinos de ‘Crónicas marciana’…
Este mítico late night cuyo poderío quedaba patente al ser el primero en fletar aviones para traer a sus invitados: Lecquio estrenó esta opción de emergencia, pero Paco León sigue recordando la anécdota de su vida: le llevaron a Torrejón de Ardoz, le subieron a una avioneta, hizo el programa y regresó a Madrid en otro vuelo privado. Cuentan que el grupo de WhatsApp de ‘Crónicas marcianas’, todavía activo, está que echa humo.
Fuente: Leer Artículo Completo