El pasado miércoles, dentro de la entrega semanal veraniega a la que hemos asistido sobre Las Campos y sus portadas de revista, era el turno de Carmen Borrego en ‘Lecturas’. ¿Qué contaba en esta ocasión? Que había sido víctima de un robo mientras estaba de vacaciones con su marido y que le habían sustraído objetos personales por valor de entre 40.000 y 50.000 euros.
La manera en la que ofreció la noticia fue muy criticada por varios de sus excompañeros de ‘Sálvame’, con María Patiño a la cabeza. No entendían que, habiendo sucedido una semana antes y habiendo estado en ‘Viva la vida’ entre medias, no hubiese contado nada solo por el hecho de ganar un puñado de euros.
Pues bien, este fin de semana sí ha hablado en el programa de Telecinco en el que colabora. Lo ha hecho para hablar de esas secuelas que le ha dejado el hecho de que unos desconocidos entrasen en su casa para llevarse joyas, relojes e, incluso, algún aparato electrónico del que pudieran sacar información privada de Carmen, como un teléfono móvil viejo dentro del que hay fotos de la esfera íntima de la hija de María Teresa Campos.
«He temido pánico a entrar en el baño sola, porque me parecía que me iba a aparecer alguien por algún lado», explicaba Borrego en ‘Viva la vida’, añadiendo que «es inevitable tener miedo, pensar que ahí han estado unas personas que han violado tu casa, tu intimidad, todo lo tuyo».
Entrabas y era la casa del terror, no había armario que no estuviese todo echado fuera»
«Entrabas y era la casa del terror, no había armario que no estuviese todo echado fuera. Estaba todo tirado por el suelo: papeles, ropa, bolsos, zapatos», relataba Carmen que, además, aseguraba que «cuando vas haciendo el inventario, te caen lágrimas como puños». Ahora, duerme con un ojo abierto, por el miedo a que vuelva a suceder. «Es difícil llegar a tu casa y encontrarte con lo que yo me encontré», se confesaba con Sandra Barneda.
«La persiana estaba subida y la ventana estaba entera. La policía, lo que nos ha contado es que la ventana por la que entraron está forzada por varios sitios», prosigue con el relato. «Mis hijos, mi madre, mi hermana… todos se han llevado un sobresalto», hacía hincapié Borrego en algo que ya había contado en la mencionada revista.
Lo que llama la atención es que en su casa no hubiese alarma con la cantidad de objetos de valor que había dentro. Tampoco un seguro sobre esa cantidad de cosas que se han llevado de su casa con tanto valor económico más allá del evidente sentimental.
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