La situación de la Familia Real de Inglaterra no es todo lo ideal que pudiera ser en estos momentos y eso afecta a todos los miembros. La mudanza de los duques de Sussex a Canadá haciendo efectiva su salida de la Casa Real britántica ha provocado un tsunami en todos sus miembros que se están acostumbrando a la ausencia de Meghan y el príncipe Harry en la agenda real que mantenían de representación. La primera en dejarse ver tras tomar la decisiónha sido la reina de Inglaterra, que tuvo varios actos en los que actuó con normalidad, y ahora ha sido su hijo el príncipe Carlos quien se ha dejado ver en público.

En concreto, el príncipe ha acudido a unos grandes almacenes ubicados en Londres, despertando el interés y la sorpresa de los londinenses que no salían de su asombro al verle como uno más en la planta del supermercado. Rodeado de su escolta, el príncipe ha mostrado su lado más divertido y amable en este acto en el que ha sonreído, ha charlado con otros y se ha mostrado muy afable con todos.

Para la visita, la planta de los grandes almacenes se ha desalojado de gente para evitar problemas de seguridad, y el príncipe Carlos, acompañado por su escolta y algunos periodistas, ha aprovechado el momento para ver algunos conjuntos de ropa y hablar con los empleados del supermercado. Una charla en la que ha participado activamente queriendo saber cuáles son los principales problemas de los trabajadores.

A la salida, el heredero de la Corona Británica se ha dado un baño de masas con decenas de personas que estaban esperándole para darle la mano, saludarle e, incluso, para tocarle la cara. Y es que la figura del príncipe Carlos es muy familiar en Inglaterra, tanto que parece un miembro más de cada una de las familias británicas.

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