Poco a poco, Ana Soria parece irse haciendo con la nueva situación en la que ha entrado su vida desde que se conociera que mantiene una relación sentimental con Enrique Ponce. Es cierto que, 24 horas después de hacer público su perfil de Instagram, lo cerró. Se habló de que estaba superada por la presión, pero volvió a abrirlo. Y siguió colgando imágenes.

Hasta el punto de que, tanto ella como el torero, el fin de semana posterior a todo este revuelo, decidieron compartir la misma imagen. Una con la que, tan solo poniéndose delante de ella, se respiraba amor. Y que a Paloma Cuevas no hizo demasiada gracia, por lo que contaban en su entorno. Porque una cosa es saber la realidad y otra que se la pongan a una delante de las narices.

Así las cosas, se han convertido en la gran pareja del verano. Desde hace un par de semanas, las revistas del corazón pujan por las instantáneas de Enrique y Ana. Hoy era la revista ‘Semana’ la que mostraba unas fotos en las que se ve algo más que complicidad: hay besos y toda muestra de cariño que indican que, por fin, se sienten liberados.

Cada uno tiene derecho a ser feliz con quien quiera»

Horas más tarde, Ana era preguntada por una reportera. Se limitaba a asegurar que están disfrutando del verano como tantos otros, y lanzaba un mensaje de lo más contundente (después de dejar claro que la diferencia de edad es algo que no le preocupa lo más mínimo): «El amor es libre. Cada uno tiene derecho a ser feliz con quien quiera».

Amén de eso, se limitaba a recalcar que, entre ellos, está «todo muy bien». Si estará junto a él o no en la temporada taurina que está a punto de comenzar, viajando a su lado, es algo sobre lo que no ha querido pronunciarse. Tendremos que esperar.

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