Ya ha pasado. Ana Obregón (su discurso en el interior de la iglesia) sabía que no sería fácil, pero que lo necesitaba. El martes rendía homenaje, rodeada de familiares y amigos, a su hijo, Álex Lequio. Una ceremonia íntima en la que todos los que no pudieron despedirse de él por las circunstancias concretas en las que se dio el fallecimiento, le dedicaron ese último adiós (aunque hubo ausencias sonadas, como esta).
Ayer Ana, a última hora de la tarde, rescataba algunas imágenes de ese día tan complicado para dedicarle, de nuevo, unas palabras desgarradoras a Álex. Un mensaje que encogía el corazón de todos los que pasaban por el tablón de su cuenta de Instagram y que, a la vez, servía, de nuevo, para que la actriz pudiera descargar ese dolor que siente.
«En nombre del ‘Gladiador que sonrió al cáncer’, gracias de corazón por todos vuestros miles de mensajes de amor y ánimo a través de las redes de toda España. Gracias también a los medios de comunicación por apoyarnos ayer (su gesto con la prensa a las puertas del templo) y por el respeto que han tenido estos últimos años rogándoles que a partir de ahora respeten el dolor de una madre que ha perdido a su hijo y pueda vivir el luto en mi intimidad con mi familia. Ayer no fue una despedida. Aless vivirá para siempre en el corazón mutilado de los que le queremos», eran las palabras de Obregón, que pide espacio para poder encajar este durísmo golpe.
Ana, que sabe la atención que despierta, ruega poder tener ese espacio de duelo tan necesario. El mismo para el que cuenta con una familia que siempre se ha caracterizado por su unión y con amigos como Ramón García y Ra, que no van a soltarse de una mano que el pasado martes agarraba la de Carolina, la novia de su hijo.
Fuente: Leer Artículo Completo