- Ana Obregón y Alessandro Lequio posaron con su hijo durante un acto de la fundación «Came Came», que organizó la empresa del joven empresario.
- Aless Lequio ha muerto tras dos años de dura lucha contra el cáncer.
Sus padres se separaron cuando apenas tenía cuatro años, pero a lo largo de estos años, Aless Lequio ha conseguido unirlos en varios ocasiones, repartiendo su amor entre uno y otro a partes iguales. «Hay una muy buena relación, porque es un padre maravilloso. Un novio horroroso, un marido horroroso, pero como padre y amigo es brutal», afirmaba hace unos años Ana Obregón del que fuera su pareja durante una cena benéfica de la fundación Came Came, que preside el propio Aless.
La foto más recordada de los tres se remonta a 2010, cuando Aless cumplió 18 años y él quiso inmortalizar su mayoría de edad posando con los dos a las puertas de un restaurante en Madrid. Por aquel entonces, el joven ya superaba en estatura a su padre y estaba a punto de viajar a Estados Unidos para iniciar sus estudios universitarios.
Una imagen de un hombre hecho y derecho, muy diferente a la que recordábamos de sus veranos en Mallorca con sus padres cuando apenas era un niño de cuatro años.
A través de sus redes, el joven ha demostrado con ha sido la relación con sus padres. Uno de los últimos post que subió a su Instagram, el pasado 6 de marzo, fue un TBT (Throwback Thursday, fotos nostálgicas) con su padre. «Tirarnos a la piscina siempre fue cultura», comentaba.
#TBF tirarnos a la piscina siempre fue cultura #LequioCity
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Aless también subió, a principios de 2020, un recuerdo de su primer día en la universidad en EE.UU. En un día tan especial en su vida, tanto Ana como Alessandro estuvieron con él. «Esta foto que veis, es una foto de mi primer día de universidad. El primer momento de tantos y que tanto esfuerzo supuso conseguir durante los años de agogé en Madrid (sigo pensando que la liaron y me dieron la plaza por equivocación)», comentaba.
No suelen ser objeto de interés mis cuatro años en ultramar, donde tuve el placer de succionar conocimiento de mentes brillantes, cantinas indomables y como no, de los altibajos y vaivenes que todo joven adulto experiencia durante su época universitaria. Nunca los he compartido por pensar que quizás no os resultan interesantes, pero la realidad es, amig@s mi@s, que reúno una batería de recuerdos que dejan a Spielberg como a un novato de la ciencia ficción. Esta foto que veis, es una foto de mi primer día de universidad. El primer momento de tantos y que tanto esfuerzo supuso conseguir durante los años de agogé en Madrid (sigo pensando que la liaron y me dieron la plaza por equivocación 😂). El caso es que ese mismo año fue surrealista para un joven español que no tenía ni pajorera idea de lo que estaba a punto de vivir. Los acontecimientos fueron varios y asombrosamente extraños. Entre estos, destacaron: disputarle a Stiglitz algo que no tenía mucho sentido, vivir el acceso a una hermandad (aquí no puedo hablar mucho), publicar 1 ensayo, hacer un mini proyecto de fin de temario con Kyrie Irving, partirme la pierna, ganar un certamen por hacer soniditos con la boca (no por guapo, obviamente) y por último, confundirme al rellenar la solicitud de alojamiento en el campus y terminar viviendo en una especie de comuna extraña donde llegaron a pensar que estaba un poco zumbado (la personalidad española puede llegar a contrastar mucho 😂😂). En cualquier caso, eso sólo fue el primer año. No tiene mucho sentido contar estas cosas aquí, igual no interesa… pero ya que por X o por Y soy conocido, vamos a conocernos bien #UnEspañolEnUltramar
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A lo largo de los dos años que ha estado luchando por superar su enfermedad, Aless nunca perdió el humor y prueba de ello es esta imagen que compartió junto a su padre. «Inválido 1. Inválido 2. También conocidos como ‘Los Invalids’. Próximamente, en las mejores salas #mushoarte», escribía.
Inválido 1. Inválido 2. También conocidos como ‘Los Invalids’ 😂. Próximamente, en las mejores salas #mushoarte
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Por su madre sentía verdadera devoción, en todos sus posts demuestra cómo la quería y, ya enfermo, también fue su gran pilar, animándola y dándoles fuerzas.
Esa era Bimba, mi primera mascota. Crecimos juntos y tuvo una vida maravillosa. No pasará un día sin que la eche de menos. Los otros dos somos mi madre y yo. Mi madre: posando de diez sin que pasen los años – como siempre. Yo: comiendo algo extraño y pidiéndole al señor del objetivo que arrease porque seguramente era gerundio 😂 #1900noventayalgo
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