Tanto la cosmética natural, como la bio o la vegana está ganando adeptos a pasos agigantados y leer las etiquetas de las cremas y demás productos de belleza ya no es algo tan descabellado. De hecho, cada vez son más las mujeres españolas que evitan los parabenos, los sulfatos, el aluminio y las siliconas en sus productos cosméticos. Para el 51% de las Millennials y de las mujeres de la Generación les genera confianza la composición de ingredientes de sus cosméticos, pero el 47% de la Generación Z va un paso más allá y exige la presencia de etiquetas tipo bio, vegano y cruelty-free para creer en la marca, según datos de Birchbox. Los ingredientes naturales cada vez están más presentes en la cosmética y aquí tienes tres que deberían ocupar tu neceser si lo que buscas es tener una piel sana y bonita.

Cáñamo o CBD

El cáñamo es muy rico en cannabidiol (también conocido como CBD). El CBD es un compuesto con propiedades nutritivas y medicinales, es legal, y no tiene efectos psicotrópicos sobre el organismo, a diferencia del THC o tetrahidrocannabinol, sustancia que aporta los efectos psicotrópicos a la marihuana.

El CBD es un poderoso ingrediente activo conocido por sus beneficios antiinflamatorios, que reduce y atenúa los procesos irritativos e inflamatorios de la piel; además, tiene una acción calmante, tanto inmediata como a largo plazo. Es especialmente recomendable para pieles sensibles, grasas o con acné (el aceite de semillas de cáñamo es un excelente seborregulador), irritadas o con problemas de eczema.

Moringa

Conocido también como el árbol de la vida por sus múltiples beneficios, la moringa es originaria del norte de India.

El extracto de semilla de moringa es realtamente nutritivo y sus propiedades antibacterianas ayudan a purificar la piel con. Por no hablar de que sus proteínas protegen a las células de la piel los daños que provoca en ella la contaminación y de que contiene niveles altos de vitamina C y es rica en betacarotenos y minerales.

Helecho

Es la planta más antigua que existe en la tierra y sus capacidades adaptativas le han permitido le han permitido aclimatarse a todos los hábitats posibles y sobrevivir durante más de 400 millones de años.

Sus raíces y hojas contienen sustancias que retrasan el envejecimiento de la piel, por no hablar que los extractos de helecho protegen también a la piel sobre el cáncer que puede provocar la exposición prolongada a los rayos solares. Aparte tienen un alto poder antioxidante, efecto antiinflamatorio y antibacteriano y evitan la pérdida de colágeno -estimulan su producción– y elastina.

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