Doña Sofía, apodada la Reina que se peina como tal, 60 años con el mismo peinado. Fabiola de Bélgica, con su monumental y reconocible cardado, lo llevó otras seis décadas. Isabel II bate el récord: desde 1940. En una institución que necesita el respaldo de la ciudadanía para sostenerse ofrecer una imagen estable y de confianza pasa por cuidar los más pequeños detalles. Y el cabello de una royal podría parecer un asunto menor, pero no lo es. La melena es la corona que jamás se quitan.
Existe una larga tradición entre la realeza para decantarse por un peinado y mantenerlo en el tiempo, por un lado como icono que identifique una personalidad, y por otro, como símbolo de perpetuidad. Sin embargo esta costumbre no es exclusiva de la generación senior. Kate Middleton con su melena de ondas de puntas rizadas, Carlota Casiraghi y su clásico long bob que ha heredado de su madre, Máxima de Holanda que suele llevar el pelo suelto y es muy fiel a su recogido más habitual, e incluso Meghan Markle a su manera con sus moños bajos y su melena alisada, son fieles a una manera de peinarse, con pocas variaciones. Y quizá es por esta costumbre de royals tan reconocibles que la pregunta resulta inevitable: ¿Por qué, sin embargo, la Reina Letizia experimenta tanto con su imagen?
Detrás de un corte de pelo hay un cambio de vida
Dicen los estilistas que dar un giro a tu imagen tiene un gran componente emocional. Que las personas –y las mujeres, más concretamente, ya que son mayoría en este ámbito– entienden su cabello como un reflejo de su identidad, ya que es algo al mismo tiempo personal y público. Que la intensa relación entre nuestro pelo y la autoestima es una realidad es algo que ya dijo en una ocasión otra royal, esta vez de la política, Hillary Clinton: "La cosa más importante que tengo que decir hoy es que el pelo importa. Es una lección de vida que mi familia no me enseñó. Wellesley y la escuela de Derecho de Yale fallaron a la hora de enseñármelo también. Vuestro pelo manda mensajes a la gente. Prestad atención a vuestro pelo porque todo el mundo va a hacerlo”.
En un estudio elaborado por una profesora de Psicología en la Universidad de Yale, concluyó que los días llamados de “mal pelo” influyen directamente en malas decisiones, menor rendimiento laboral y más inseguridad personal. También otro análisis, elaborado por la marca de champús Pantene entre 4.000 mujeres europeas, concluyó que el cabello influye de una manera directa en el carácter y en el estado anímico, tanto que muchas personas lo llegan a considerar decisivo para el éxito personal y profesional. Y, por tanto, la decisión del cambio no es baladí.
En los salones más prestigiosos de Madrid reconocen que existen momentos clave en la vida de una mujer que le llevan a pasar por las tijeras: tras una ruptura, en el cambio de década, después de la boda y al tener un hijo. Por eso los estilistas aconsejan nuevos cortes o peinados, sí, pero no demasiado drásticos. Hay quien lo entiende como un nuevo comienzo, como una nueva oportunidad donde romper con el pasado, auto afirmarse y reforzar la autoestima.
El caso de Letizia Ortiz (que lo ha probado prácticamente todo, desde la coleta de burbujas al corte que hizo famoso Victoria Beckham) tiene polarizados a peluqueros y expertos en imagen: a un lado, quienes ven en tanto cambio una búsqueda incesante por la autoafirmación; al otro, quienes entienden su disposición al cambio como un intento de aunar tradición y modernidad frente el espejo y ante la opinión pública. Pero, ¿por qué exponerse a las críticas de esta manera, cuando la solución podría ser mucho más fácil manteniendo un perfil bajo? Lo cierto es que últimamente ha estandarizado un poco su imagen con una melena midi más natural y en lo que todos coinciden es que ir bien peinada debería ser un requisito imprescindible, no solo para la realeza, sino para cualquiera. Más aún si acude a un acto público, ya que un peinado desafortunado puede distraer y mucho del mensaje. Es, por ejemplo, lo que le ocurrió a Begoña Gómez (mujer del presidente Pedro Sánchez) la primera vez que posó junto a la Reina, en Mallorca. Esos pelos al aire pueden ser una buena idea en muchas situaciones pero cuando una se enfrenta a los fotógrafos, la cosa falla. Para vestir bien, dicen, solo necesitas ir bien peinada.
La melena Sofía
Sesenta años siendo fiel a un mismo peinado: una melena con volumen, peinada desde la raíz y con las puntas trabajadas en bucle. Lo ha llevado en versión más y menos corta, pero desde que se fotografió como la prometida del príncipe español don Juan Carlos apenas lo ha alterado. Puede que muchos no conozcan su voz pero sí reconocen su imagen: elegante, sin estridencias y con una sempiterna sonrisa. Se dice que dos de los consejos que dio a Letizia tras su compromiso con el príncipe Felipe fueron: escoge un sastre de cabecera y encuentra tu propio peinado.
El long bob de Carlota Casiraghi
No solo las reinas longevas son fieles a un único estilo. Carlota Casiraghi, conocida como la princesa de Europa, ha heredado de su madre tres evidentes rasgos: su belleza, su suerte en el amor y un peinado que le caracteriza. Mientras que Carolina de Mónaco mantiene desde hace décadas su melena a la altura de la clavícula (una elegante largura considerada ya la propia del chic francés), su hija lleva el mismo corte de pelo, solo que cuatro dedos más largo. Habitualmente lo peina de manera natural, deja que la raya escoja su lado y solo experimenta cuando la etiqueta así lo requiere: en la gala del museo Metropolitan de Nueva York en 2019, por ejemplo, la llevó hacia atrás con un efecto mojado más dramático.
El corte masculino de Lady Di
Hay que tener una gran personalidad para presentarte al mundo, casarte con el heredero del trono británico y convertirte en la princesa del pueblo con un corte de pelo absolutamente distinto al que se espera de una royal. Pero Diana Spencer no era como las demás y se mantuvo siempre fiel, con algunas variantes, a su icónica melena corta. Su estilista, el reconocido Sam McKnight, cuanta en su libro Hair by Sam McKnight cómo consiguieron domar y perfeccionar el corte para hacerlo más pulido y más formal. Ocurrió en la sesión de fotos de la icónica portada de Vogue en 1990. “Hice que su cabello pareciera más corto en la tiara para la foto y decidió que le gustaba. Al irse, Diana me preguntó qué haría con su pelo si tuviera barra libre… Le sugerí que lo cortaría muy corto, algo a lo que, para mi sorpresa, accedió, y lo hicimos de vez en cuando”.
Máxima de Holanda, contra el viento
La Haya (y todos los Países Bajos en general) se caracterizan, entre otras cosas, por el constante viento. Eso no frena a su reina, Máxima, que a menudo lleva el pelo suelto, con raya a un lado y las mechas que iluminan su rubio natural intactas. Atrevida en cuanto a colores y tocados a la hora de vestir, parece haber puesto el límite en el peinado, que solo varía en las ocasiones más formales con un moño bajo, clásico y a un lado.
Kate Middleton: Bow Dry y su puntas moldeadas con tenacillas
Conocida por llevar el pelo siempre impecable, casi siempre suelto, a la altura de la clavícula, con volumen y las puntas onduladas. Tan reconocible y deseado entre las británicas que cuenta con nombre propio, el Chelsea Blow Dry y cuya técnica consiste en secar el cabello con secador e incidir en las puntas con un cepillo redondo de cerdas naturales. Si la ocasión lo requiere suele recogerse la melena en un moño bajo y clásico, y lo sujeta con una redecilla casi imperceptible.
Meghan Markle y los mechones sueltos más demandados en las peluquerías:
Tras años delante de las cámaras, la duquesa de Sussex sabe lo que le favorece y a menudo ha repetido este recogido pulido pero con un detalle desenfadado: dos mechones a la altura de la mandíbula que caen estratégicamente a ambos lados, y peinados con una onda suave con tenacillas. Cuando lleva el pelo suelto, lo alisa también con planchas.
Doña Letizia: de la coleta de burbujas al corte de Victoria Beckham
Del estilo de la Reina siempre se destaca su personalidad: alabado fuera de nuestras fronteras, lo cierto es que la experimentación es un rasgo característico de doña Letizia. Desde aquella foto del compromiso con don Felipe, ha cambiado su peinado de telediario infinidad de veces y lo curioso es que la mayor parte de ellas lo ha hecho con quien fuera su peluquera en su época como periodista en TVE, María Luz Valero. Ella le peinó el día de su boda con el entonces príncipe de Asturias y ella ha sido también la artífice de algunos de sus más comentados cortes, como aquella melena cortísima y ultralisa -llamada bob– que hizo famoso a finales de los años 90 otro reconocible rostro: el de Victoria Beckham. Valero acompaña a la Reina en muchos viajes y, aunque prefiere mantener el silencio al respecto, se sabe que durante años ha estado acudiendo a la Zarzuela, a las seis de la mañana, para peinar a Letizia Ortiz.
En imágenes
#Letizia45: Diez peinados (alabados y criticados) de la reina
Algunos estilistas realzan muy positivamente la capacidad de Letizia de reinventar su estilo: “Un cambio en la raya del cabello es un gesto que hace parecer más joven al instante", añade. Algo así como una técnica de rejuvenecimiento exprés sin pinchazos”, nos contaba Ana Pajares (estilista de multitud de actrices, presentadoras de televisión y modelos de revistas de moda) sobre aquella raya en zigzag que estrenó hace un tiempo.
En estos años, la Reina se ha atrevido también con la coleta de burbujas (un peinado que popularizaron las Kardashian-Jenner), el efecto mojado, las ondas años 20, el flequillo ladeado, trenzas de todo tipo, bucles y alisados.
Rania de Jordania y su melena larga a los 50
No es habitual que en la frontera de los 50 las mujeres opten por mantener la melena muy larga. Sin embargo, Rania de Jordania no es como las demás y mantiene el mismo largo que en su juventud. Ha ido aclarando el color, eso sí, para dulcificar sus rasgos con el paso de los años y añadir un punto de luz a su rostro. Aunque a menudo la lleva impecable, pulida y peinada con brushing, si hay alguna reina que se permita ciertas licencias -además de doña Letizia- esa es Rania. Como coincidencia, ella también ha probado el peinado con efecto mojado y volumen con el que que tantos titulares acaparó la Reina Letizia.
Artículo publicado originalmente en Vanity Fair el 17 de mayo de 2019 y actualizado.
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