Rihanna fue una de las primeras mujeres que decidió lucir en los dedos unos tatuajes que dieron la vuelta al mundo. ¿Eran las manos el nuevo lienzo en el que las celebrities querían imprimir sus recuerdos, símbolos preferidos, experiencias o simples gustos? La respuesta era sí. Después siguió sus pasos Cara Delevingne, quien no dudó en demostrar su garra cuando se tatuó la cabeza de un león en uno de sus nudillos.

Tras una época en la que los tatuajes en las falanges parecían crecer y crecer de tamaño, la tendencia ahora es rebajarlos a la mínima expresión. Como lo lees. Siguiendo un poco la estética de los tatuajes hindúes realizados con henna con los que decoran las novias en la India sus manos para su gran día, Hailey Bieber ya se ha posicionado como firme abanderada de los tiny tattoos en los dedos de las manos.

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Además, a nuestro país ya han saltado de la mano (y nunca mejor dicho) de Alba Díaz.

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Pros y contras de estos tatuajes

La parte positiva de este tipo de tattoos es bastante obvia: son casi imperceptibles y rabiosamente cool. Dan un toque rebelde perfecto y puedes ocultarlos con anillos o incluso aplicando un poco de maquillaje en tus dedos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los dedos son una zona muy delicada y de ahí que puedan darse algunas complicaciones en realización a su acabado y, sobre todo , a su evolución.

Dado que es una parte del cuerpo que está en contacto continuo con elementos como el agua, el jabón, la luz o el roce de cualquier objeto seguramente el desgaste de la tinta sea más rápido. Ahora, además, en la era Covid-19 el uso de gel hidro alcohólico podría dañar el diseño más todavía.

La naturaleza ósea y poco uniforme de los dedos hace que técnicamente sea más complicado que la aguja penetre de manera uniforme y el tatuaje puede no quedar tan definido como si lo realizásemos en otras partes del cuerpo.

Por último, piensa que las manos son una de las zonas en las que más se refleja el paso del tiempo y eso acelerará su transformación.

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