Tinte en casa: claves de experto para aplicarlo bien

Uno de los mayores retos de belleza habidos y por haber pero al que más nos enfrentamos es el momento de teñirse el pelo. Solemos acudir a nuestra peluquería a hacerlo pero también hay quien se atreve a hacerlo en casa. Pero no seremos las primeras ni las últimas a las que se nos quede marcada un línea del color del tinte en la frente, llenemos el baño de motas del color en cuestión o no cubramos bien todo el pelo en el proceso y luego, además, no nos dure el tinte lo que debería.

Sí, efectivamente, teñirse el pelo en casa es todo un arte. Pero para que deje de ser un reto, hay algunas claves que debemos apuntar y que hasta ahora podíamos no haber tenido en cuenta. Para empezar, tal y como indica el experto Eduardo Sánchez, del salón Maison Eduardo Sánchez, si no nos atrevemos del todo lo mejor es que nos limitemos solo a la raíz.

Cómo teñirse el pelo en casa: claves de experto

Prueba de alergia

Aunque apostemos por un tinte sin amoniaco y nada agresivo, siempre habrá que probar el producto previamente en la mano para ver si produce alguna reacción en la piel, ya que hará lo mismo con el cuero cabelludo. Como indica Eduardo Sánchez, «empieza por probar la fórmula en un mechón en la zona de la nuca y déjalo actuar, de esta manera no sólo descartarás una reacción alérgica, también podrás ver como va a quedar».

Con el pelo sucio

«Es preferible que el pelo no se haya lavado ese día por dos motivos, porque el cabello limpio hace que el tinte agarre menos y porque el pelo es más sensible a posibles irritaciones», cuenta el experto. Por tanto, elige el día que no te toque lavar el pelo para teñirte.

Preparación previa

Antes de empezar a teñirte, cúbrete con una camisa y una toalla viejas que se puedan manchar. Nunca lo apliques directamente con las manos, siempre con guantes y pon vaselina en el contorno del rostros, las orejas, el cuello y la nuca para evitar que esta zona se irrite con el tinte y que quede una marca de este en la piel.

Elige un tono menos

«Porque una vez aplicado, suele ser más oscuro de lo que parecía en la carta de color», señala Eduardo. «Hay que ajustarse al máximo al tono que se tiene en ese momento en raíz y por eso, debe elegirse siempre un tono más claro que, generalmente, suele corresponder con un tono numéricamente superior. Es decir, si tu tono es el 4, tendrás que elegir un 5 (los tonos con los números más altos suelen ser los más claros y los más bajos numéricamente, los más oscuros)», añade.

Respeta los tiempos de exposición

Es decir, hay que dejarlo reposar en el pelo el tiempo que se marque en la caja, ni más ni menos: «Se suele pensar, erróneamente, que dejándolo más tiempo cubrirá más, pero no es así. Pasado el tiempo que marca el fabricante deja de hacer efecto y lo único que conseguirás es irritar más el cuero cabelludo».

Aclara bien

Una vez hayas superado el tiempo de reposo, llega la hora de aclarar el pelo. Hazlo en la ducha o en el lavabo, pero sin que el pelo toque la piel. Acláralo hasta que no queden restos de pigmento en tu pelo. «Finaliza con agua tibia o fría para sellar la cutícula y ayudar a que el color se asiente», explica Eduardo Sánchez.

Cuidado extra

Después de aclarar el pelo del tinte, cuando esté limpio, aplica una mascarilla para hidratar el pelo, especialmente si el tinte contenía amoniaco o es decolorante, ya que la fibra capilar se secará en cierta medida. «Escúrrelo bien con la toalla y aplica una mascarilla de medios a puntas extendiéndola bien con la ayuda de un peine de púas anchas para reparar e hidratar el cabello en profundidad», concede el experto.

El toque final

Habrá que esperar un par de días hasta que el color se empiece a asentar, es cuando los pigmentos se van matizando. En los rubios y los platinos, conviene, además, matizar con productos violeta para evitar los amarillos.




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