Sabemos lo decepcionante que resulta la sensación de regalar todo tipo de cuidados a nuestro cabello y no ver respuesta. Cuando nuestra melena pasa por una mala racha, parece no existir en el mundo mascarilla ni tratamiento que le devuelvan la vida. Es entonces cuando recurrimos a los remedios de toda la vida. A esos trucos caseros que no implican ningún desembolso especial (porque normalmente se encuentran entre los ingredientes habituales de nuestra cocina) y que nos brindan unos resultados excepcionales. Así que prepárate, porque tenemos la respuesta para que tu pelo seco recupere su suavidad, su brillo y toda su hidratación.
© Carola de Armas
El secreto nos lo ha revelado Valeria Costa, experta de Aquarela Peluqueros, quien nos ha recordado la importancia de seguir el camino utilizado desde hace siglos: "antiguamente los problemas capilares como la sequedad del cabello, la caspa o las descamaciones en el cuero cabelludo se trataban con ingredientes que se podían encontrar en el campo o en el bosque. Y, aunque la belleza y la tecnología han avanzado significativamente en este campo, la naturaleza todavía tiene mucho que ofrecer". No podríamos estar más de acuerdo. De hecho, la clave está en equilibrar el uso de ambos mundos para extraer de su combinación los resultados más satisfactorios posibles. Empezando, cómo no, por el ingrediente estrella en el cuidado capilar: la miel.
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Valeria se declara fan absoluta de sus efectos en nuestro cabello: "Este ingrediente milenario tiene propiedades humectantes que protegen el pelo de la sequedad y proporcionan hidratación a la hebra. Además, sus propiedades antioxidantes evitan la aparición de canas y también funciona como un potente antibacteriano. Pero no sólo eso, la miel es rica en vitaminas, aminoácidos y minerales, por lo que si aplicamos una mascarilla semanal, dejando reposar dos horas antes de aclarar, notaremos cómo nuestro cabello gana brillo".
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Así que es capaz de prevenir incluso la aparición de canas. ¡Esto sí que no nos lo esperábamos! Sin duda, en cuanto termines de leer este artículo deberías ir a por tu tarro de miel (que sea natural, por supuesto) y preparar esa mascarilla de la que habla Valeria (puedes mezclarla con aceite de oliva para que la textura sea más fácil de aplicar e hidrate todavía más). Tu melena te lo va a agradecer.
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