Lo sabemos, tú también lo has visto. En la peluquería, en la oficina, en el camino al trabajo, las tendencias para pelo de este otoño apuestan por los tonos anaranjados, rojizos y berenjena. Y no hay más que asomarse a Instagram con nombres de tonos como el Pumkin Spice o el Red Velvet para comprobarlo. Una apuesta arriesgada, pero cargada de estilo, que todas nos planteamos en algún momento de nuestras vidas. Pero, para sacarle verdadero partido, hay que seguir unas pautas que nos ayudarán a conservar su tono original.
Los tintes en colores rojizos son, probablemente, los más complejos a la hora de aplicarlos y borrarlos de nuestra cabellera. El rojo es el color que más rápido pierde su tono original, pero que más cuesta sacar por completo del cabello, porque el pigmento se adhiere a él con más intensidad que otros.
A la hora de plantearnos probar con el rojo en nuestro pelo, es importante tener en cuenta los matices del tono y el color de nuestra piel. Si tienes la piel muy blanca o rosada, es recomendable que te inclines por los rojos con matices cobre, y evites siempre los púrpura. Por su parte las pieles morenas podrán permitirse experimentar con tonos intensos del rojo y berenjena, evitando los anaranjados.
El estado de tu cabello, si vienes de un tinte previo o unas mechas, es otro de los puntos a tener en cuenta a la hora de escoger color. Consulta con tu profesional de cabecera todas tus dudas, y si tienes miedo de lanzarte a una piscina demasiado colorada, puedes empezar probando con tonos castaños. Si te encuentras cómoda, y sigues buscando algo más rojizo, siempre podrás aplicarlo posteriormente.
Para mantener el color que has escogido, o por lo menos intentarlo, es importante buscar un champú específico para cabellos teñidos, así como acondicionadores que nos ayuden a mantener el tono que hemos elegido. Pero si quieres ir un poco más allá, y cuidar tus mechas rojizas como se merecen, puedes encontrar en Amazon productos muy específicos para cabellos teñidos, como intensificadores de color o mascarillas. Eso sí, no se puede abusar de ellas porque contienen pigmento puro y si se utilizan demasiado pueden alterar el color.
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