Puede que estos meses que has pasado más tiempo en casa hayas notado que se te cae más el pelo de lo normal. La respuesta está en los fotosensores que tenemos en los ojos, “que perciben más luz y envían una señal al organismo para que inicie un cambio en el crecimiento del cabello. Al detectar que entramos en una época de mayor radiación solar, el pelo nace con mayor densidad y volumen”, explica Adolfo Remartínez, fundador de Nuggela & Sulé. El problema es que ese impulso de crecimiento del cabello no se ha producido o se está produciendo más tarde por la falta de radiación solar.
Diana Suárez, directora técnica de RevitaLash Cosmetics, añade: “Otra de las razones fundamentales de este debilitamiento capilar es el pico de estrés al que nos hemos visto sometidos y que altera nuestro organismo y el estado de la piel y el pelo, desde el propio folículo piloso, pudiendo acelerar o decelerar las fases de crecimiento del cabello”.
La buena noticia es que es algo temporal (eso sí, si la caída resulta alarmante deberías acudir al dermatólogo). “La clave está en mantener la salud del pelo desde el folículo piloso para conseguir que crezca con más fuerza”, explica Diana Suárez. ¿Y cómo conseguirlo? Básicamente, con una rutina de cuidado adecuada que incluya el uso de un champú exfoliante para retirar las células muertas que se van acumulando en el cuero cabelludo y que pueden obstruirlo, y de potenciadores del volumen como la espuma Volume Enhancing Foam de RevitaLash.
Perfecta para pelo fino o debilitado, se puede usar a diario en seco o en mojado antes del peinado y no requiere aclarado. De pelito a pelazo en un tris. El secreto está en su fórmula que potencia el crecimiento del cabello y es rica en antioxidantes y vitamina B, como el ginseng, que también estimula la circulación. O el palmito salvaje, que le da muchísimo brillo y un extra de nutrición.
© Cortesía de RevitaLash
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Y si cuidar el pelo para que luzca sano y fuerte es siempre importante, aún más en la época de calor. “Lo que más daña la salud del cabello es la sobreexposición al sol y a agentes que lo irritan y desgastan, como el cloro de las piscinas o la sal marina. Ese efecto mecha californiana en realidad es propio de un cabello que no está sano y que ha perdido melanina por el efecto de estos agresores, que propician también el debilitamiento de la barrera protectora y la pérdida nutrientes. Lo que desemboca en puntas abiertas, cabello seco…”, concluye Diana Suárez.
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