La llegada del otoño es el momento perfecto para apostar por un buen cambio de look. Si ya has probado algún corte como el de Adriana Ugarte, que ha pasado de melenaza a un short bob o JLo, que ha hecho todo lo contrario con una melena XXL que le ha quitado diez años de encima, es hora de que añadas también un cambio de color. Vicky Martín Berrocal lo ha hecho y ha demostrado que con este color rejuvenecedor puedes conseguir un efecto buena cara al instante. Sin embargo, si tu prefieres algo más sutil con el que añadir un poco de luz a tu melena atenta a la nueva tendencia que ha desbancado a las ‘babylights’ y al ‘balayage’: las mechas ‘woodlights’.
Se trata de un tipo de mechas perfectas para las melenas castañas que reinventan la luz a base de un sutil contraste cromático que permite variantes en la combinación de los tonos. M.ª José Llata, directora de Peluquería Llata Carrera, explica que son «muy naturales y tienen como propósito aportar toques de luz para dar energía sin estridencias a la melena. Consigue reproducir el efecto cálido que la luz provoca sobre las diferentes vetas de la madera, por eso las tonalidades cromáticas con las que tenemos que trabajar deben ser muy cercanas a las del color de base».
Es una opción perfecta para aquellas que no son muy atrevidas, pero sí quieren renovar su imagen ya que «para conseguirlas, no se precisa decolorar el pelo previamente, con lo que no se agrede la fibra capilar. Y lo que conseguimos con poco es mucho, iluminar y hacer brillar los tonos castaños, y tan solo con unos matices muy suaves«, asegura Carlos Valiente, director de Salones Carlos Valiente.
Se diferencia de las mechas ‘balayage’ en que «estas sí se trabajan desde la raíz y se crean con una combinación de los tonos claros y oscuros más cercanos a la base natural de la melena. Este contraste cromático aporta dimensión y densidad al cabello y es perfecto para aquellas que quieren conservar su color natural, pero sin que la melena se vea aburrida.”, comenta Manuel Mon, director de Manuel Mon Estilistas.
Por último, son un tipo de mechas que se pueden adaptar según el gusto y preferencia de cada persona, aportando luz y color dependiendo de la necesidad y su color de base. «A la hora de trabajarlas, aplicaremos los tonos más claros en las puntas y en los mechones más próximos al rostro para iluminarlo o bien en aquellos que queramos destacar. Conseguiremos dar volumen y movimiento con los reflejos más oscuros en el resto de la cabellera, el objetivo es dinamizar y vitalizar la melena con este juego sutil de contrastes. Es así como se consigue imitar los reflejos naturales que crea el sol sobre el pelo. Una forma discreta de dar luz a la melena, aunque con grandes resultados, que además no precisa de mucho mantenimiento», explica Alexander Kiryliuk, director de SK Style Barcelona. ¿Te atreves con ellas?
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