Muchas mujeres aprovechan la llegada de la primavera para depilarse; tanto si se trata de un repaso de láser profesional o de la luz pulsada casera, como si van a optar por la cera o por la maquinilla de afeitar. Si tu opción depilatoria es esta última, es probable que en ocasiones te encuentres con protuberancias enrojecidas y con pelos enquistados tras su uso. No importa si están presentes en piernas, axilas o en el área del bikini, ya que con estos remedios caseros encontrarás algo e alivio en cualquier área.
Si tienes la piel grasa o propensa al acné un exfoliante a base de sal es perfecto para que para prevenir el vello encarnado antes de que hagan su aparición. Sumérgete en la bañera, llena de agua tibia y con dos tazas de sal Epsom, y al salir notarás que tus poros están más abiertos y tu piel menos irritada e hinchada. Además, es importante que te asegures de tener la piel bien exfoliada antes de la depilación.
Otra opción es darte un baño de avena, que tiene propiedades calmantes e hidratantes. Además, contiene fenoles que producen un efecto antiinflamatorio y antioxidante. También puedes mezclar esta (molida) con un yogur natural, a partes iguales, y miel. Los probióticos del yogur te ayudarán a restaurar la barrera protectora de la piel y también aumentarán la hidratación. Aplica la mezcla en la zona en la que lo necesites, déjala reposar unos 30 minutos y enjuaga con agua tibia. Puedes repetir la acción dos veces al día durante tres días.
¿Te has hecho algún pequeño corte y notas que tu piel está algo irritada? Tanto el vinagre de manzana como el aceite de árbol de té tienen propiedades antiinflamatorias y antisépticas –el segundo también es antiacteriano– por lo que son perfectos para usar después del afeitado y así evitar el enquistado. Basta con que empapes un algodón con cualquiera de ellos dos y lo pases por la zona.
Tener la piel bien hidratada también es clave para evitar este tipo de problemas cutáneos. El aceite de coco como el de oliva son muy nutritivos y puedes usarlos para elaborar un ungüento. Mezcla cuatro cucharadas de aceite con una de miel (tiene propiedades antibacterianas), dos cucharadas de azúcar moreno y otras dos de blanco. Aplícalo sobre el área afectada, con movimientos circulares suaves, deja que actúe durante 10 minutos y aclara con agua tibia.
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