Kris Grikaite, la historia detrás del nuevo rostro de Loewe

En 2016, un joven fotógrafo se presentó en la agencia de modelos Avant, en Moscú, para buscar trabajo. Por casualidad, le acompañaba su amiga Kristina Grikaite, una chica espigada de 16 años. A él no le hicieron caso, pero ella acabó firmando un contrato como modelo ese mismo día. Y el resto es historia.

Con Kristina todo ha sucedido a una velocidad de vértigo. Le hicieron unas fotos para mostrar a los clientes y los dos primeros contactos respondieron entusiastas: las directoras de casting de Prada y de Vogue vieron en ella un nuevo rostro de la moda… De hecho, muy poco después, en marzo de 2017, Vogue Rusia ya la llevaba a su portada y Prada la contrataba en exclusiva para la campaña de primavera-verano. Periodistas y editores rastreaban su nombre en internet sin encontrar resultados de búsqueda. ¿Quién era aquella modelo? Vogue lo resumió en una frase: “La nueva Natalia Vodianova”; de ahí le viene el cariñoso apodo “Baby Natalia”. Otros prefirieron ver en ella a “la heredera de Karolina Kurkova”. Pero Grikaite se resiste a las comparaciones. Ella no es como nadie, es única, es diferente. Es ella misma.

Kris abandonó Siberia y su localidad natal, Omsk, y “simplemente” desfiló. “No comprendí lo importante que era. Lo único que me preocupaba era hacerlo bien”, explicaría más tarde con la perspectiva que da el escaso tiempo que lleva sobre las pasarelas. Desde Nueva York, su nueva ciudad, dice sentirse como “si acabara de llegar a la moda”; pero Prada, que la descubrió –y es una firma a la que sigue ligada–, la catapultó hacia un estatus ya inamovible. En dos años, la exclusividad de su portfolio la define como la musa perfecta: Celine, Chanel, Chloé, Dior, Fendi, Louis Vuitton, Max Mara, Paco Rabanne, Valentino, Versace… Y ahora es Loewe quien reclama la imagen de Kristina Grikaite para encarnar el alma de Aura White Magnolia. Un perfume inspirado en la musa del artista; esa mujer misteriosa, con luz propia, y en el aura que la envuelve y la convierte en una fuente de inspiración.

La modelo nos confiesa una curiosidad: “Pasé la última Nochevieja en España… Y mira, en Rusia hay un proverbio que dice: “Pasarás el año de la manera en la que lo empiezas”. Todavía no conozco Madrid, pero estoy expectante porque va a ser mi próximo destino”.

La página web de Avant Management, su agencia, conserva su ficha: 80-60-87; 1,75 de altura y talla 39. Mesurar su magnetismo resulta difícil. La atracción que genera su rostro, su personalidad y su icónica y singular belleza comenzó con un tierno y delicado corte de pelo bob. Pero es su profunda y grave mirada, su glamour y esa altivez casi aristocrática, lo que seduce. Un rostro duro, pero suave al mismo tiempo, con un inconfundible aire de modernidad.

Kris en 10 claves:

¿Dónde le gusta esconderse? En cualquier museo
¿Su comida favorita? El Poke bowl
¿Que lleva siempre en su bolso? Perfume
¿Y qué es lo que nunca falta en su neceser? Barra de labios
¿Cómo es su rutina de belleza? Practico el menos es más
¿Lee mucho? Sí, me encanta. Leo incluso cuando me están maquillando. Acabo de terminar Call me by your name, de André Aciman
¿Hay algo que no vestiría nunca? Soy de las que digo “nunca digas nunca”. Me gusta vestir diferente y cada vez me siento más libre para ponerme lo que quiero. Me encanta sentirme así
¿Última película? Anna, de Luc Besson
Nunca sale de casa sin llevar… Mi pasaporte: puede surgir un viaje en cualquier momento y hay que estar preparada.

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