Su familia es lo más importante. Lo ha sido siempre. Una estrecha y feliz piña que componen sus seis hermanas (entre ellas, su gemela Patricia) y sus padres, Vladir y Vânia, que llevan casi 50 años casados. Y al que ella añade su propio nido: su marido, Tom Brady (quarterback de los New England Patriots) y sus dos hijos: Benjamin Rein, de 10 años, y Vivian Lake, de siete.
Un entramado personal que también da sentido a su equilibrio espiritual, como explica en su autobiografía, Lessons: My Path to a Meaningful Life [Lecciones: mi camino hacia una vida plena]. En ella, además de confesar que, por mucho glamour que tenga su profesión, ella siempre será “una chica de vaqueros y camiseta”, también cuenta cómo fue descubierta a los 14 mientras se comía una hamburguesa en un McDonald’s. Su genética germana, mejorada durante cinco generaciones por la placidez climática de Horizontina (Brasil), donde nació hace 39 años, sorprendió al booker de una agencia internacional, Elite Models. Pero tuvo que esforzarse mucho para convencerla a ella y a sus padres de que ser modelo era una forma honrada de ganarse la vida. A los 15 años, Gisele vivía en Nueva York. A los 17 era la top del momento, con más de 200 desfiles en Milán y París. Con 20, Mario Testino la había convertido en su musa oficial. En 2016 desfiló por última vez. Fue en Río de Janeiro, en la inauguración de los Juegos Olímpicos. Paseó su 1,80 m de estatura al ritmo de La chica de Ipanema de Jobim por “la pasarela más larga de mi vida”. Lo recuerda como “una experiencia electrizante, la culminación de todo”. A solo unos meses de cumplir los 40, Gisele asegura que en las dos últimas décadas se ha dedicado a descubrirse a sí misma. En ese proceso se ha cruzado en su camino la investigación científica de Capture Totale C.E.L.L. Energy de Dior, una línea antiedad que incide en los nuevos descubrimientos sobre longevidad. Y que plantea una forma de asumir el paso del tiempo que habla de redescubrirte a ti misma, justo como lo afronta Gisele.
Mujerhoy ¿Cómo se consigue mantener el equilibrio en una vida tan compleja?
Gisele Bündchen Requiere esfuerzo, concentración, determinación y disciplina. Una vida equilibrada se construye teniendo una visión holística del bienestar, favoreciendo el ejercicio, eligiendo una alimentación sana, meditando y cultivándose. Y es primordial reservar tiempo para una misma y para reflexionar.
M.H. ¿Quién es la mujer que más le inspira?
G.B. Mi madre. Es la mujer más entregada, buena y altruista que conozco. Me enseñó a ser independiente y a llevar las riendas de mi destino.
M.H. ¿Qué ha aprendido de ella?
G.B. Cuando yo era más joven, mi madre apenas llevaba maquillaje. Así que me ha enseñado a sentirme siempre más cómoda al natural.
El equilibrio interior es esencial; es una fuente de madurez y confianza que hace que irradie tu luz natural”.
M.H. ¿Cuál es su definición de belleza?
G.B. Es un equilibrio interior. Es una fuente de madurez y de confianza. Lo más importante es aceptarse y tener una actitud positiva para ganar autoestima. Si somos capaces de encontrar nuestra identidad, nuestra luz interior saldrá de forma natural.
M.H. ¿Y cuál ha sido su camino para encontrar ese equilibrio?
G.B. Es fundamental elegir un modo de vida sano que se corresponda con tu personalidad. A mí el yoga, la meditación y la respiración me cambiaron la vida. El yoga me ayuda a mantenerme centrada en mí misma. La meditación me ha aportado mucha paz. Gracias a ella, me reconstruyo y me vuelvo a centrar. En cuanto a la respiración, el pranayama ha resultado ser el mejor remedio. Es calmante y, a la vez, me revigoriza.
M.H. ¿Su rutina de belleza es tan importante como su bienestar?
G.B. El bienestar consiste en tomar el tiempo de reflexionar para aprender a conocerse mejor y encontrar el equilibrio. Cuidarte implica también preocuparte su piel. Cuanto mejor te sientes, más sube la autoestima.
M.H. ¿En qué consiste su ritual de cuidados?
G.B. Mi rutina facial es bastante simple. No llevo maquillaje cuando trabajo en casa. Priorizo la hidratación y uso una limpiadora suave. Luego uso un sérum y una crema hidratante para que mi piel esté nutrida a lo largo del día.
M.H. ¿Le preocupa el paso del tiempo?
G.B. ¡El tiempo pasa muy rápido! Me gusta la vida y saboreo cada momento. Hasta ahora, he disfrutado todas las etapas de mi existencia y tengo la sensación de que el envejecimiento solo es una evolución natural. Rezo para seguir gozando de buena salud para vivir mucho tiempo y hacer lo posible para contribuir a conseguir un mundo mejor.
El equilibrio interior es esencial; es una fuente de madurez y confianza que hace que irradie tu luz natural”.
M.H. ¿Qué opina de que las mujeres empiecen cada vez antes a cuidar la piel y a usar productos antiedad?
G.B. No hay edad para cuidar tu piel. Ni para cuidarte en general. Es fundamental utilizar productos sanos y de calidad para seguir un programa adaptado a sus necesidades.
M.H. ¿Cómo nació su colaboración con Dior?
G.B. Empezó a finales de los años 90, con mi primer desfile y mi campaña para la Maison. Nuestra relación ha estado siempre marcada por el respeto y la amistad. Estoy agradecida y emocionada por tener la suerte de escribir un nuevo capítulo de nuestra historia gracias a esta colaboración.
M.H. ¿Y cómo encaja con su pasión por el cuidado, la salud y la belleza?
G.B. Estoy a favor de una industria sostenible, tanto en la cosmética, como en la moda. Admiro a las marcas que se esfuerzan por evaluar su impacto sobre el medioambiente. Dior entra en esta dinámica, limitando su producción de residuos derivados de los embalajes y explotando recursos naturales. Y respetando la piel como lo que es: un órgano que necesita nutrición con ingredientes no tóxicos y respetuosos con el medioambiente.
M.H. ¿Dónde se siente más usted misma?
G.B. Me encantan los lugares en los que puedo estar de verdad en contacto con la naturaleza, donde puedo quitarme los zapatos y nutrir el alma. Cuando estoy entre montañas, cerca del océano o en el campo es cuando me siento más feliz. Es nuestro bien más preciado, debemos cuidar de ella.
M.H. ¿Y qué hace en su día a día para mejorar el medio ambiente?
G.B. Optar por un modo de vida sostenible y privilegiar prácticas ecológicas empieza con pequeños gestos. Reducir los residuos, evaluarlos y reciclarlos es un buen punto de partida. En mi casa, cuando hacemos la compra llevamos nuestras propias bolsas. Tenemos un gallinero, una colmena y un huerto para que nuestros hijos descubran los regalos que nos ofrece la naturaleza cuando optamos por un consumo local. Nuestra dieta se basa principalmente en plantas, compramos a productores locales y usamos nuestro propio compost. Lo más importante es darse cuenta de que la naturaleza y la humanidad están estrechamente vinculadas. Debemos respetar este vínculo, y actuar conscientemente para protegerlo.
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