Estas cinco cosas que todas hacemos son las responsables que nuestro pelo no esté tan bonito como nos gustaría

Ni en otoño ni en primavera, a mí el pelo se me cae durante todo el año. ¿Te sientes identificada con esta frase? Obviamente, el pelo se nos cae cada día pero cuando notamos que perdemos más de lo normal es cuando empezamos a preocuparnos. La denominada caída estacional es bastante común y suele corresponderse a una época del año determinada pero existen muchos factores que pueden hacer que perdamos más cabellos fuera de esas fechas en las que estamos acostumbradas o no recuperamos esa densidad capilar después de un tiempo.

“Hay múltiples factores que intervienen en cómo se comporta la regeneración de nuestro cabello. Desde el estrés al entorno en el que vivimos, todo importa, siendo el trato que le damos el factor más importante para garantizar una salud óptima”, explica Natalia Guerrero, experta técnica de RevitaLash Cosmetics en España. Aunque haya cosas que no podemos evitar, existen otros comportamientos que sí que podemos erradicar de nuestras rutinas para tener el pelo más bonito. Al final lo que importa no es que el pelo se caiga, “lo realmente importante es mantener el folículo piloso lleno de actividad”, explica Natalia.

© Carola de Armas

Cinco errores que están debilitando tu pelo

Por muchas mascarillas que nos pongamos o champús sin sulfatos que usemos, todas somos culpables de cinco comportamientos que hacen que nuestro pelo no esté todo lo bonito y sano que podría estar.

1. Secar a alta temperatura

Que muchas mujeres no pueden vivir sin su secador o su plancha es un hecho que hemos comprobado, sobre todo cuando nos vamos de viaje con nuestras amigas y se monta el drama porque ninguna ha echado las planchas en la maleta. El problema es que suelen machacar bastante el pelo ya que alcanzan temperaturas muy altas. “Estos gadgets suelen alcanzar hasta los 230 grados de media, una temperatura demasiado elevada para zonas como las puntas. También es un riesgo cuando se expone al calor desde la raíz, pudiendo quemar el cuero cabelludo, afectando a medio y largo plazo a la vitalidad del folículo piloso”, comenta Natalia.

– La solución: utilizarlos siempre a temperatura ambiente o al mínimo para reducir e daño.

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2. No secarse el pelo

Tan malo es secar con demasiado calor como salir de casa con el pelo mojado. “Igual que no salimos con la ropa o el rostro mojados, tampoco lo deberemos hacer con nuestro cabello. Es una de las causas más habituales de la caída del cabello. La humedad repetitiva produce que se deteriore le membrana celular de cada cabello, responsable del brillo y la fortaleza. También afecta al propio folículo piloso, que es por así decirlo el gancho que permite a nuestro pelo mantenerse bien adherido al cuero cabelludo”, explica Natalia.

– La solución: evitar esto es tan sencillo como secarnos el pelo.

3. Frotar el pelo con la toalla

Salir de la ducha y frotarnos el pelo mojado con la toalla es un gesto súper habitual que puede debilitar la salud de nuestra melena. “Al frotar, precisamente porque lo que está en contacto con el pelo es la toalla y no nuestra mano directa, tendemos a recurrir a una fuerza excesiva que, en muchas ocasiones, puede llegar incluso a arrancar o partir cabellos”, explica Natalia.

– La solución: envolver el pelo en una toalla y luego secarlo con el secador.

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4. Pasarte con los lavados o quedarte corta

La cantidad de veces que necesitas lavarte el pelo la dicta tu propio pelo. Un pelo muy graso se puede lavar cada día y los más secos pueden hacerlo cada tres sin problema pero nunca te pases ni te quedes corta con los lavados. “Un exceso de grasa puede afectar al cabello prácticamente de la misma manera que lo hace la extrema abundancia de humedad”.

Pero en lo que se refiere a la higiene del cabello, debemos poner especial atención a los cepillos y peines que usamos. “Una mala limpieza de las cerdas o los depósitos que se quedan en la base hacen que ciertos residuos pueden traspasar al pelo, facilitando que se ensucie con facilidad.”

– La solución: lavar nuestros cepillos y peines con agua tibia y jabón, dejando que sequen siempre hacia abajo, y utilizar rastrillos que nos ayuden a quitar los pelos que se quedan enganchados.

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5. Usar productos oclusivos

Las siliconas no naturales y otros ingredientes pueden obstruir los folículos, afectando a la salud de cada cabello desde la raíz. Por ello que hay que tener cuidado con el uso de gominas, espumas o productos que no dejan que el pelo transpire. “Del mismo modo que nuestra piel, nuestro pelo debe respirar. Debemos dejarle que se oxigene. Muchas veces, creyendo que lo protegemos con lo aplicamos encima, lo que hacemos es debilitarlo, por ejemplo, con algunos champús o acondicionadores con función alisadora”, concluye la experta.

– La solución: fíjate bien en los ingredientes de los productos que utilizas a diario y sustituye los que haga falta.

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