Por desgracias todas sabemos que la sequedad, la tirantez y las rojeces suelen hacer presencia en nuestra piel durante el invierno, periodo en el que también suele estar más apagada a causa del frío. Por eso es importante que la protejamos bien, evitando que su barrera hidrolipídica se resienta en exceso para prevenir el desequilibrio de los niveles de hidratación; sobre todo con la considerable bajada de temperatura que estamos experimentando ahora debido al paso de Filomena por nuestro país.
Si hace unos días te explicábamos que los tres sencillos pasos que debías seguir para proteger tu cutis del frío eran una limpieza suave, una crema nutritiva y un aceite facial que sirva para sellar, ahora te revelamos un truco, sencillo y muy eficaz, para aportar un extra de cuidado e hidratación a tu piel facial y así evitar futuros problemas cutáneos: usar durante los días más fríos del año la crema de noche también de día.
Los tratamientos hidratantes nocturnos están diseñados para trabajar de manera ultraeficaz, aportando el máximo número de nutrientes y beneficios a la piel mientras dormimos. “Las cremas hidratantes nocturnas suelen ser más ricas en nutrientes y ayudan a la piel en su proceso de renovación, aumentando la producción de colágeno y mejorando notablemente los niveles de hidratación para amanecer con un rostro luminoso, fresco hidratado y repulpado. Esto lo hacen con la ayuda de ingredientes que aseguran la función barrera, como son los aceites y omegas”, explica Raquel González, directora de educación de Perricone MD.
Aplicando tu crema hidratante de noche también por la mañana, durante los días más fríos, conseguirás un extra de hidratación y protección para tu piel. Eso sí, los expertos recomiendan usar este truco en momentos puntuales, no durante toda la estación invernal, para no desperdiciar producto (los nocturnos son más caros que los diurnos porque trabajan intensamente mientras nuestras piel se regenera, que es mientras dormimos). “Si usas la crema de noche también por la mañana aportarás un extra de hidratación y evitarás que la piel se desequilibre. Pero conviene hacer este gesto solo en días contados, como son aquellos de copiosas nevadas, cuando uno va a esquiar o cuando cambia de un ambiente húmedo a uno muy seco», aconseja Valeria Navarro, directora técnica de Boutijour.
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