Parece que las celebrities han encontrado el remedio definitivo para la piel. Podía pensarse que se trataba de una moda, pero que cada vez tenga más adeptas ha demostrado que se trata de un salvavidas para el rostro en toda regla. Hablamos, en concreto, de las mascarillas de oro.
Hace unos años, era Blanca Suárez la que sorprendía probando esta nueva tendencia de belleza, que tenía beneficios antiedad ayudando a la renovación celular, pero ahora que las semanas de la moda están en plena efervescencia han sido algunas como Kaia Gerber y Bella Hadid las que han vuelto a convertir en tendencia estas mascarillas de un solo uso.
La autora de este tratamiento joya de las celebrities no ha sido otra que Mimi Luzón, quien ya estaba tras ellas cuando estas empezaron a crear furor hace unos años. Y hablamos de tratamiento joya porque casi lo es literalmente. Se trata de mascarillas de oro de 24 kilates, el 24 Pure Gold Treatment. Y es que el oro contiene iones que aceleran el proceso de regeneración de las células y mejoran la circulación de la sangre, haciendo que la piel se vea jugosa y luminosa, además de cargada de energía, ya que los nutrientes y el oxígeno llega mejor a ella.
También incluye activos como la coenzima Q10, el ácido hialurónico, péptidos como el Hexpeptide 8 y agentes hidratantes como el extracto de melocotón o el té rojo que mejoran la elasticidad de la piel, reduciendo la profundidad de las arrugas y relajando la tensión facial.
¿Dónde hacerlo en España?
Acudir a la consulta de Mimi Luzón no es la única forma de conseguir un tratamiento facial con oro de 24 kilates. En España, en Madrid en concreto, este se lleva a cabo en los centros de belleza y bienestar Tacha, quien trajo esta técnica barra tratamiento a España.
Pasos
En Tacha este tratamiento se lleva a cabo, como el resto de sus tratamientos, después de un diagnóstico de la piel y sus necesidades. Este es el procedimiento, tal y como cuentan desde Tacha:
Aunque el tratamiento completo debería realizarse en una clínica especializada, estas mascarillas de oro han proliferado y ahora se pueden usar también sin salir de nuestro baño para reforzar el tratamiento hecho en clínica.
¡La quiero!
¡Las quiero!
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