Celulitis: 10 cosas que debes saber

Cada verano, a la hora de meternos en un bañador o bikini llega la eterna «guerra» con la celulitis. Una complicada batalla en la que, además de la nutrición y el ejercicio, la genética tiene mucho que ver. Quienes piensen que su aparición está asociada al sobrepeso, se equivocan. Lejos de esa creencia popular, son muchas las mujeres delgadas que se enfrentan a ella. Nada como saber qué es, cómo aparece y cómo combatirla para reducir, en la medida de lo posible, su aparición.

1- ¿Qué es?

“Es la acumulación de tejido adiposo en determinadas zonas que forman nódulos de grasa asociados a retención de líquido y toxinas”, define la doctora Vanessa San Gregorio, médico internista del Grupo Pedro Jaén de Dermatología.

2- ¿Quién la sufre?

Según datos de la SEME (Sociedad Española de Medicina Estética) el 85% de las españolas tiene celulitis. No siempre está relacionada con el sobrepeso, afecta también a mujeres delgadas y deportistas.

3- ¿Dónde se manifiesta?

Según la SEME, las zonas más frecuentes de aparición son piernas, abdomen y brazos. “Nuestras hormonas femeninas, los estrógenos, hacen que la grasa se distribuya más en caderas y muslos. En la menopausia, cuando bajan los estrógenos y suben los andróginos, la distribución de la grasa cambia y acumulamos más en el abdomen”, explica la doctora Raquel Moreno, médico estético de Estética Médica Eres.

4- ¿Cómo se desarrolla?

Se diferencian 4 fases. La primera afecta a la dermis y al tejido celular subcutáneo. “Debajo de la piel está la grasa separada por unos tabiques de tejido conjuntivo”, explica la doctora San Gregorio. El aumento de los adipocitos o un mal drenaje de las sustancias de deshecho de las células, provoca un edema. En una segunda fase, el edema se hace mayor y aparece la llamada piel de naranja formada por esos hoyuelos o depresiones típicas de la celulitis que se producen porque los adipocitos tiran hacia arriba mientras que los tractos fibrosos tiran hacia abajo. “Para entenderlo, ayuda visualizar una red de naranjas. La red son los tractos fibrosos y las naranjas los adipocitos. Cuantos más adipocitos y más grandes, más se deforma la red”, explica la doctora Paloma Borregón, responsable de la unidad de dermatología de la Clínica Beteré Marcos. En la tercera fase, los tabiques se fibrosan y se acortan, y aparecen los problemas circulatorios y las varicosidades. La cuarta fase llega cuando el problema “se hace crónico y es imposible revertirlo si no es con medios quirúrgicos”, explica la doctora San Gregorio que destaca los calambres y los pies fríos como síntomas típicos de esta fase.

5- ¿En qué fase me encuentro?

Estás en la primera fase si no tienes hoyuelos a la vista pero, si te pellizcas, sí que afloran. En la segunda fase, los hoyuelos están presentes cuando estás de pie pero, si te tumbas, desaparecen. Cuando los hoyuelos son visibles en cualquier postura, estás en la tercera fase. En la cuarta fase, además de los hoyitos, se ven nódulos duros.

6- Tipos de celulitis

Hay 3 tipos de celulitis: La dura, “que se da en personas fibrosas y con la piel firme”, explica la doctora Borregón, es dolorosa y produce sensación de frío o calor en la zona afectada. La flácida o blanda, es la más común, de aspecto gelatinoso, no suele doler, y se da en personas sedentarias o sometidas a cambios bruscos de peso. Y la edematosa “puede darse a cualquier edad, en piernas gruesas y con insuficiencia circulatoria”, afirma la doctora.

7- ¿Qué la causa?

Su origen es multifactorial. La doctora San Gregorio diferencia dos causas primarias: la carga genética y el factor racial: “La celulitis se da más en blancos y negros, que en asiáticos”. También define dos causas secundarias: hormonal estrogénica y circulatoria. “La primera determina que sea más habitual en las mujeres y, más aún, durante la pubertad, el embarazo, la menopausia, con la toma de anticonceptivos…”. Nuestra circulación también juega un papel importante ya que “la celulitis se agrava si hay problemas vasculares o linfáticos como insuficiencia venosa o varices”, confirma la doctora. Por último, hay unos factores terciarios que también influyen y que podemos modificar si queremos combatir la celulitis: “Sedentarismo, estrés, ropa estrecha, el uso de tacones, la falta de ejercicio regular…”, enumera la doctora San Gregorio.

8- Se puede prevenir

Hay hábitos que ayudan, si no a eludirla, sí a minimizarla. Desde Institut Vila-Rovira proponen una dieta que favorezca la circulación sanguínea y linfática: «Beber mucha agua, reducir la sal, elegir siempre alimentos ricos en potasio (plátano, espinacas, frutos secos…) que mejoran la circulación, depurativos (apio, espárragos, alcachofa y piña), ricos en fibra, y con bajo aporte de grasa e hidratos. También recomendamos ingerir vitamina C proveniente de cítricos, que fortalece los capilares». También ayuda realizar ejercicio físico moderado a diario (subir escaleras, caminar…), evitar posturas que ralenticen el retorno venoso como cruzar las piernas o estar mucho rato de pie o sentado. El uso constante de ropa muy ajustada o una exposición directa al calor también perjudican. Por el contrario, aconsejan gestos que benefician como «antes de la ducha activar la circulación de las piernas con una esponja exfoliante realizando un suave masaje ascendente y, al terminarla, un chorro de agua fría ascendente también desde los tobillos hasta los muslos. Tras la ducha podemos aplicar una crema anticelulítica realizando un ligero masaje con los nudillos seguido de movimientos circulares ascendentes a lo largo de la pierna hasta su total absorción».

9- ¿Cómo se elimina?

La celulitis no se revierte en un día “Hay que ser constante y, aún así, hay muchos factores que no se pueden modificar”, advierte la doctora San Gregorio que recuerda que “además, a veces, la celulitis viene combinada con grasa localizada, flacidez…”. Pero no siempre, por eso eliminar la celulitis con liposucción, si no hay un problema de grasa localizada, es matar moscas a cañonazos. Quienes tienen un peso adecuado, sin flacidez pero con celulitis son las candidatas perfectas para un nuevo tratamiento recién llegado a Europa pero con años de experiencia en Estados Unidos en muslos y glúteos. Se llama Cellfina y es un dispositivo de mano que succiona la piel y la grasa mientras se introduce una lámina cortante en la piel anestesiada, que secciona los tractos fibrosos. Los resultados duran hasta tres años. “Con las cremas no se reduce el número de adipocitos ya que ni los extrae (como la liposucción) ni los destruye (como la criolipolisis, radiofrecuencia, láser…), lo que consiguen es liberar la grasa”, explica la doctora Moreno.

10- Las claves de un buen anticelulítico

Para actuar en todos los frentes, debe tener activos lipolíticos, es decir, quemagrasas; activos drenantes que favorezcan la eliminación de líquidos; también ingredientes que hidraten y reafirmen la piel, y que actúen, además, sobre la microcirculación. Ayuda que las texturas sean frescas, ligeras y de rápida absorción.






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