El mercado cosmético ofrece diferentes opciones para cubrir las canas o para cambiar de color del cabello sin salir de casa: sprays retocadores de raíices, champús en seco con pigmentos, acondicionadores o mascarillas con pigmentos, baños de color, coloración semipermanente y tintes de pelo. Si tú eres de las que ha optado por la opción más contundente del tinte –no hace falta que te hayas atrevido con la coloración rosa de moda– es importante que sepas que ahora debes cuidar tu melena de una manera específica. Toma nota.
Una opción es lavarte el cabello con menos frecuencia de lo que lo hacías habitualmente antes del confinamiento. Este gesto no solo hará que los pigmentos se mantengan vivos durante más tiempo, sino que la salud de tu cabello también estará en perfecta forma. Si pudieses aguantar hasta el tercer día sin pasar tu melena por debajo de la ducha sería estupendo.
En cuanto al champú, usa uno que esté libre de sulfatos, ya que estos arrastran el color y secan el pelo. Además, deberás evitar también los que incluyan en su fórmula ácido salicílico (lo suelen incorporal las referencias anticaspa) y ketoconazol (este activo lo suelen contener los tratamientos para evitar la caída de cabello). Y antes de este paso también puedes recurrir a los tratamientos prechampú, que son perfectos para sellar la cutícula y así ayudar a preservar el color.
La temperatura, tanto del agua como de las herramientas de calor, también es crucial. Será mejor que te laves la cabeza con agua más bien tibia y que termines el último aclarado con agua fría para cerrar la cutícula capilar. Después, evita el secador en la medida de lo posible; pero si vas a usarlo, que sea con el aire muy caliente y aplica siempre antes un protector térmico. Y si vas a utilizar plancha o tenacillas procura no enchufarlas a más de 185 ºC.
La hidratación es fundamental para mantener tanto la vivacidad como el brillo de cualquier coloración. No solo tienes que usar un acondicionador cada vez que te laves el cabello –tú decides si quieres que sea con aclarado o leave-in–; además, te tocará aplicarte (y dejarla actuar los minutos necesarios) una mascarilla una vez a la semana. El truco es ponerla sobre el pelo secado con toalla, no solamente escurrido bajo la ducha. Y si te has atrevido con la decoloración, deberías añadir un sérum o aceite que combatan las puntas abiertas y la rotura.
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