¿Cuántas veces has sentido que no puedes seguir con tu ritmo de vida habitual? Nuestro cuerpo a veces se resiente y muestra más cansancio bien por la estación del año, por una sobre carga de estrés,los niños, la convalecencia de una enfermedad, porque el trabajo se acumula, un problema familiar que nos quita el sueño… y parece que todo se hace mucho más complicado.
Recupera tu vitalidad y el buen humor con estos consejos para sentirte con más energía y optimismo.
Lo primero que tienes que hacer es tratar de ordenar tu alimentación . A lo largo del día, procura no picotear recuerda que debes hacer tres comidas principales (desayuno, comida y cena) y dos o tres tentempiés a lo largo del día. Tu organismo debe comer cada 4 horas. Asegúrate de tomar todos los nutrientes necesarios, vitaminas, minerales, oligoelementos y fibra para que tu organismo funcione como un reloj suizo.
Una alimentación sana y equilibrada y una buena hidratación te ayudarán a eliminar toxinas, te darán la energía que necesitas y estarás de mejor humor. El ejercicio físico es un gran aliado pues activa la seratonina y la dopamina, neurotransmisores que favorecen la felicidad y la concentración.
Incluye en tu alimentación estos alimentos para activar tu vitalidad:
Huevos. Contienen colina que nutre las células nerviosas (neuronas).
Frutos secos. Aportan grasa favorable, mejoran la saciedad, la vitalidad y la memoria. Por su contenido en magnesio activan la serotonina. Tienen múltiples propiedades que puedes ampliar.
Verduras de hoja verde (berros, espinacas..). Son depurativas, contienen triptófano, son antioxidantes y aportan vitaminas y minerales. Los puedes tomar en smoothie y hacerte así un batido de vitalidad.
Repollo, brócoli y colas de bruselas. Su aporte de vitaminas del grupo B, ayudan a convertir los carbohidratos en energía.
Cereales integrales y legumbres. Son una magnífica fuente de magnesio, potasio y zinc.
Germinados. Son brotes tiernos que te aportan energía y juventud ya que sus proteínas son de alto valor biológico con efectos desintoxicantes. Poseen oligoelementos y enzimas que protegen tu organismo.
Chocolate negro. Un caprichito antioxidante que te da un extra de energía.
Naranja, limón, mandarina y frutos rojos. Aportan antioxidantes. El limón diluido en ayunas, regula el pH y es depurativo.
Carnes magras y pescado. Aportan triptófano y ayudan a conservar la masa muscular. El pescado aporta omega-3.
Alimentos termogénicos. Los alimentos termogénicos ctivan tu metabolismo y te dan energía. Prueba a echarle un poco de picante a tus comidas y verás cómo la energía fluye.
Evita los ladrones energéticos
Los «ladrones energéticos» como el azúcar (y edulcorantes), la cafeína y el alcohol, te restan vitalidad y afectan a tus defensas, favoreciendo la ansiedad, la acumulación de grasa corporal, la inflamación y los altibajos de humor.
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