Si nos hubieran dicho hace solo unos meses que esta primavera pisarían más fuerte las zapatillas de estar por casa que las alpargatas de cuña, que los jogger serían más populares que los Slouchy y que cambiaríamos menos de ubicación que de camisa… Que el hippie dejaría paso al confort chic y que la adaptabilidad de nuestro armario quedaría tan rápidamente probada. Que vestiríamos tan bien y tan cómodo y que lo haríamos con tan poco.
Como nos enseñaron las comedias románticas que la protagonista se despertaba a la mañana siguiente, impecable recién salida de la cama y lista para empezar el día con una café en la mano, sin pantalones, con una camisa prestada, a veces azul (Julia Roberts en Notting Hill), a veces blanca (Angelina Jolie en Sr. y Sra. Smith) y otras rosa (Sienna Miller en Alfie). Casi siempre una talla más grande.
Si nos hubieran dicho hace solo unos meses que no sería Kim Kardashian quien acabaría con los pantalones… Que sería la moda, con una camisa, desde el dormitorio.
Si en las situaciones de crisis se descubren quienes son los verdaderos aliados, la camisa se ha alzado como el único e indiscutible. Como ese básico inesperado que ha desbancado al resto en la liga de las tendencias extraoridinarias. ¿Vaqueros? ¿Qué vaqueros? Resulta que todo lo que necesitábamos para vestir bien en casa era una camisa, de muchos tipos y con nuevos modos de uso.
Porque la camisa (blanca, azul o de rayas) ya no se lleva solo con pantalones o con faldas, un poco por dentro y un poco por fuera, sino que se convierte en protagonista de sus propios estilismos eclipsando la parte de abajo hasta hacerla desaparecer…
· La camisa 'layering'
© Ilustración de Mar Lorenzo (Getty Images/ Sean Cunningham/ Leila Jacue)
Bajo vestidos y faldas como truco de estilismo para añadir un centímetros extra a la mini más mini. También sobre shorts jugando al despiste y sobre cualquier otro tipo de pantalones, mejor una talla más grande para preservar su papel protagonista.
· La camisa sobre el bikini
© Ilustración de Mar Lorenzo (Imágenes de Getty, Cordon press y With nothing underneath)
A modo de batín en casa sobre un bralette cómodo ahora y en unos meses, en la playa como el caftán o la túnica más versátil del mundo.
· La camisa como vestido
© Ilustración de Mar Lorenzo (Imágenes de Getty, Cordon press y Carola de Armas)
Al final no fue Kim Kardashian la que acabó con los pantalones sino la camisa ancha de tipo oversize que se puede llevar como camisón en casa y como vestido en la calle. Con o sin pantalones debajo.
© Cortesía de Zara
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