Ha sido en una entrevista con una radio argentina y no se ha mordido la lengua. Itziar Ituño, más conocida como Raquel Murillo o Lisboa, el papel al que da vida en ‘La casa de papel’, ha realizado unas declaraciones sobre el coronavirus, que ha padecido en sus propias carnes, y se ha mostrado muy crítica con la gestión y la transparecia del Gobierno, lo que ha levantado una polvareda considerable.
La actriz, que contrajo el Covid-19 a principios de marzo, durante el rodaje de una serie vasca en la que varios miembros de la producción se vieron afectados, narraba cómo se sintió, a nivel físico, durante esos días de lucha: «No es una gripe cualquiera, es mucho más peligroso, hay que tener cuidado. Da unos síntomas rarísimos, hace sentir cosas extrañas».
Parece un virus inteligente»
«Yo lo pasé realmente mal y él estuvo 8 días en el hospital, con bastante problemas», continúa relatando antes de añadir: «Empiezas con una tos medio tonta, y al día siguiente amaneces con fiebre. Se pierde el olfato de un día para otro, no le sientes olor ni sabor a ninguna cosa durante 15 días. También dolores de cabeza, urticarias, cistitis, dolores musculares… Parece un virus inteligente».
Pero Ituño va más allá, y habla de otra serie de efectos: lo psicológicos, emocionales o la hora de obrar una vez se ha superado la enfermedad. «A nivel personal, me cambió mucho», asegura. «Porque te obliga a frenar, a escuchar mucho tu cuerpo. A observarte, a identificar bien qué comer», reflexiona Itziar.
Se nos mintió y se nos ocultó la situación real para que no cundiese el pánico»
Aunque el plato fuerte de esa conversación llegaba con la crítica a la gestión que se ha hecho del asunto: «No se cuenta la realidad, esto no es una gripe común y las medidas llegaron tarde«. En su opinión: «No se estaba tomando en serio. Aquí se estaba obligando a la gente a ir a trabajar cuando en Italia ya había bastantes muertos. No me parece de recibo que por mantener la economía se echase a la gente a los leones. Se dieron cuenta tarde de que había que parar del todo y para entonces había un pico de muertos muy alto».
«Se nos mintió y se nos ocultó la situación real para que no cundiese el pánico, pero eso es tratarnos como niños a la población. Señores, esto es más importante y peligroso que una gripe. Todo esto llegó tarde y cuando eres del pueblo llano da mucha rabia», concluye esa crítica que ha generado debate.
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