No es la primera vez que un virus aprovecha que nos pone enfermos para atacar, de paso, a nuestra piel. Así lo hace el archiconocido sarampión o el exótico dengue, por ejemplo. Pero cuando un virus es tan nuevo y desconocido como el Covid-19, tenemos que estar muy atentos a las señales para actuar cuanto antes… y parece que nuestra piel podría estar enviando algunas de esas señales a las personas infectadas por el coronavirus junto a los síntomas clásicos (como la fiebre o la tos) y a los síntomas más extraños (como la pérdida del sentido del gusto y el olfato).
Así lo comprobó un estudio italiano recientemente, que describe cómo el 20% de 88 pacientes que habían dado positivo en coronavirus tenían, además, lesiones dermatológicas de lo más variado, desde manchas rojizas o púrpuras a ronchas, habones, granitos parecidos a los de la varicela…
“Aunque la muestra de pacientes del estudio sea pequeña que un 20% de ellos tuviera este tipo de manifestaciones en la piel es lo suficientemente significativo como para que desde la Academia Española de Dermatología y Venereología pusiéramos en marcha en España un estudio multicéntrico y nacional para recopilar y analizar todas las lesiones dermatológicas que estamos viendo en los pacientes con infección positiva de coronavirus”, explica el Dr. José Luis López Estebaranz, uno de los especialistas que participa en el estudio CovidPiel.
El objetivo del estudio español, que se encuentra en la fase de recogida de muestras para su posterior análisis, tiene un objetivo inmediato (describir las múltiples manifestaciones dermatológicas que parece que es capaz de producir el coronavirus) y otro más ambicioso que tardará mucho más en llegar: descubrir cuáles son las lesiones más comunes, en qué estadío de la enfermedad se dan y quienes tienen más papeletas de desarrollarlas.
“En los hospitales estamos viendo exantemas que suelen aparecer al principio de la enfermedad. Pero también otras manifestaciones más graves, porque parece que este coronavirus produce un aumento de la coagulación y cambios isquémicos, lo que provoca que disminuya de forma progresiva y gradual el aporte sanguíneo arterial provocando incluso lesiones con necrosis en los dedos de las manos y de los pies en pacientes muy severos”, asegura el doctor López Estebaranz.
Aunque tanto este estudio como las conclusiones de los expertos internacionales en dermatología están aún en un primer escalón, parece acertado que para completar el cuadro de síntomas que compone la infección del coronavirus intentemos entender también los cambios que provoca en nuestra piel… y que la tengamos en cuenta a la hora de pensar en el coronavirus.
La piel es el órgano más extenso del cuerpo y muchas enfermedades se manifiestan de forma cutánea y, por lo que estamos viendo el coronavirus también lo hace. En el marco de la presente crisis no estaría de más chequearla más a menudo (sin caer en la obsesión), al fin y al cabo, está a simple vista, porque muchas de estas manifestaciones dermatológicas (ronchas, vesículas como las de la varicela, ampollas en pies y manos…) se dan en pacientes que no tienen ningún otro síntoma de coronavirus. “Tenemos que prestar atención a la piel igual que a la fiebre e igual que a la tos”, concluye el experto.
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