La princesa Ana, la única hija de la Reina Isabel II, siempre ha destacado por su discreción. A pesar de contar con infinidad de compromisos, los datos hablan de más de 500 al año, y ser una de las más implicadas en los asuntos que la Familia Real inglesa, la royal siempre se ha mantenido alejada de los focos.
Quizás la cercanía con su 70 cumpleaños, celebrado el próximo 15 de agosto, la complicada situación que atraviesa la monarquía británica con la renuncia de Meghan Markle y el príncipe Harry o el reciente positivo en coronavirus del príncipe Carlos, hayan sido las claves que han provocado que la princesa Ana conceda una entrevista insólita en plena crisis sanitaria mundial, en este caso a la edición americana de Vanity Fair.
En ella, la royal ha hablado sin tapujos sobre su pasado e incluso acerca del futuro, todavía muy ligado a la corona según ella misma ha afirmado, y de temas tan importantes en la sociedad actual como el feminismo, un movimiento con el que ella misma ha confesado no sentirse identificada. Quizás la neutralidad de no hablar sobre este tipo de aspectos sea algo propio de la tradición real de no posicionarse en temas políticos. Un hecho que sin embargo no ha ido reñido con manifestar todo su apoyo a la mujer, llegando a afirmar que de no ser miembro real, hubiera querido ser ingeniera.
Además, a lo largo de esta entrevista, la princesa Ana también ha expresado su opinión sobre las denominadas «nuevas generaciones» de la realeza, a quienes ha pedido mantener las tradiciones que sí funcionan y no reinventar. Un mensaje directo, quizás con un claro reproche detrás, en el que a pesar de no dar nombres parece ir dirigido hacía los duques de Sussex y su reciente renuncia a las obligaciones de la Familia Real.
No hay duda de que estas palabras, prácticamente inéditas, darán que hablar estos próximos días, no solo en los medios sino también dentro de la realeza.
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