Guía definitiva para el uso de mascarillas

Desde que diera comienzo el confinamiento, incluso algunas semanas antes de que el Gobierno declarase el estado de alarma en nuestro país, las mascarillas han estado en boca de todos. ¿Puedo fabricarlas en casa? ¿Todas frenan el contagio? ¿Son reutilizables? ¿Cuál debo llevar cuando voy a comprar? Las preguntas sobre este material sanitario no han dejado de sucederse e incluso han ido in crescendo los últimos días.

Esta misma semana, coincidiendo con la vuelta al trabajo de algunos sectores como la construcción o la industria, el propio Gobierno ha repartido este tipo de productos sanitarios entre los trabajadores que se veían obligados a utilizar el transporte público, como método para evitar el contagio en estos puntos críticos. Un hecho que ha vuelto a situar este debate en el punto de mira. Y es que a pesar de que las mascarillas se hayan convertido en el remedio por excelencia de la ciudadanía durante la cuarentena, muchos son los que todavía desconocen la forma correcta de colocarlas, la duración de cada una de ellas o las pautas a realizar antes de utilizarlas. Por todo ello, hemos elaborado una breve guía que puede ser de gran ayuda para estos próximos días, e incluso para la post cuarentena.

¿Cómo debo usar las mascarillas?

Es fundamental hacerlo de la forma correcta, sino conseguiremos el efecto contrario y el contagio podrá producirse más rápidamente. Como primer paso, es fundamental lavarse bien las manos con agua y jabón, al menos 20 segundos. Para evitar cualquier contacto, los expertos recomiendan incluso el uso de guantes para realizar este paso, y desechándolos justo después.

Debemos coger la mascarilla por el lado de las gomas, evitando cualquier contacto con la parte central, y una voz colocada ajustaremos por la zona de la nariz comprobando que la barbilla queda bien cubierta. A la hora de retirarlas, el mecanismo es el mismo, siempre por las gomas, evitando tocar la parte que ha estado en contacto con la nariz y la boca.

Tipos de mascarillas

Durante las últimas semanas, los expertos han diferenciado cinco tipos, cada una destinado a un uso concreto:

Mascarilla con filtro de partículas: sirve para evitar la inhalación de agentes tóxicos o patógenos al que la lleva, pero al tener una válvula de exhalación no evita la transmisión de la enfermedad. Este tipo si es reutilizable y, con excepción del filtro, si puede lavarse y desinfectarse en cada uso.

Mascarilla autofiltrante o media máscara filtrante: también protege de la inhalación de partículas peligrosas a quién la lleve puesta. Son las recomendadas en el personal sanitario, según su eficacia de filtración, hay tres tipos, FFP1, FFP2 y FFP3. A diferencia de las anteriores, solo aquellas marcadas son la letra ‘R’ pueden ser reutilizables. En ese caso, solo debemos lavar y desinfectar el material en contacto con la cara, no el material filtrante.

Mascarilla quirúrgica: es la más habitual, evita la propagación de agentes infecciosos por parte de quién la lleve puesta, aunque no proporciona un nivel fiable de protección. No es considerada como EPI (Equipo de Protección Individual), y en este caso es desechable, de un único uso.

Mascarilla dual: se trata de una mascarilla quirúrgica que además tiene autofiltrante contra partículas. Sí se considera EPI, proporciona un nivel fiable de protección pero es desechable y no se recomienda su desinfección o lavado.

Mascarilla higiénica: se trata del modelo repartido por el Gobierno en estos momentos. No están diseñadas para proteger de ningún peligro, sino simplemente como una protección complementaria, una barrera. Son de un único uso.

Y luego, quizás también dentro de este último apartado, podríamos encontrar aquellas las de tela, las caseras, las que cualquiera puede confeccionar en su casa. Quizás las más problemáticas y que mayor discusión han creado recientemente. También denominadas «no médicas», este tipo de mascarillas se han popularizado debido a la falta de abastecimiento en muchas farmacias, aunque están recomendadas únicamente para proteger a la población de lugares donde el distanciamiento social es complicado, como bien podría ser un supermercado. Sin embargo, a diferencia de las higiénicas este modelo si es reutilizable, eso sí, siempre que sigamos las recomendaciones establecidas: siempre debe usarse por la misma persona y tras lavarlas a más de 60ºC.

En cuanto a los materiales recomendados, los trapos de cocina o las bolsas de aspiradora se sitúan como los más efectivos, en el otro lado de la balanza, el lino y la seda.

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